AUTORRESPETO


Grethel Quesada Quesada grethelquesadaq@hotmail.com
La Biblia nos habla de un joven líder a quien Pablo estaba instruyendo. En 1 Timoteo 4:12 Pablo le dice a Timoteo: “No dejes que nadie te considere menos por ser joven…” Pablo le decía a Timoteo que se diera su lugar, que se hiciera respetar; sin embargo, para hacer esto, Timoteo debía respetarse a sí mismo primero. Respetar es dar valor a otros y autorrespetarse es darnos el valor que merecemos, ni más ni menos.
Autorrespeto no debe traducirse en arrogancia, egocentrismo, vanagloria, narcisismo u egoísmo; quien se respeta a sí mismo tiene una conciencia sana de su valor y dignidad al igual que dignifica y valora a quienes le rodean. Lamentablemente, hoy día es común que la gente pierda el respeto por sí misma al darle mayor énfasis al hedonismo que se practica por todas partes (deseo desenfrenado de placer constante). Esta falta de respeto propio se evidencia claramente en las acciones de cada quién y por lo general, la pérdida del auto valor está disfrazada de burda “diversión” (alcohol, drogas, relaciones sexuales irresponsables, despilfarro de dinero, lenguaje obseno…). Lo peor de todo es que, quien tiene un estilo de vida hedonista, no se da ni cuenta que su búsqueda de satisfacción puede llevarlo rápidamente a perder su auto valor, tarde o temprano tratará de recuperarlo pero será un trabajo arduo y duro. Pero, ¿Cómo saber si nos autorrespetamos?
Bueno, algunas pautas importantes que nos darán una noción clara de que nos estamos respetando o no son las siguientes: 1) Quién se autorrespeta, no suele vivir para agradar a todo el mundo ni para poder encajar. Es desgastante vivir así, por más que lo intentemos, nunca lograremos ser aceptados por todos ni encajar en todos los grupos, es importante aceptar eso y estar tranquilo. 2) Mantiene una autoimagen positiva de sí mismo y decide ser feliz dejando atrás rencores, odios y pasados dolorosos. 3) Es quien avanza día a día, no ve como una opción quedarse rezagado jamás. Quien sabe respetarse a sí mismo, vive en constante crecimiento en todas las áreas de su vida y recurre a los recursos necesarios para poder alcanzar más y más éxitos, sean laborales, emocionales, familiares, educativos, espirituales, físicos, de salud, en lo que sea necesario. 4) Es alguien que hace todo lo posible por trabajar en lo que realmente le gusta.
Pasamos aproximadamente un 35% de nuestro tiempo en el lugar donde trabajamos, por lo tanto, si no nos gusta lo que hacemos, tendremos mucho tiempo para fomentar en nosotros frustración y molestia pero, si laboramos en un lugar que nos apasiona, será fácil sentirse realizado, feliz y satisfecho. 5) Cuidan su salud. Autorrespetarse implica cuidarse, valorar su salud, hacer ejercicio, comer saludable y acudir al médico cuando sea necesario; respetarse es valorar el cuerpo también. 6) Evitan a toda costa las relaciones tóxicas. Una persona que sabe respetarse, se aleja de inmediato de personas tóxicas, agresivas, negativas, mentirosas, quejumbrosas, ociosas, peleoneras, soberbias y lisonjeras. Las relaciones inapropiadas van creando mella en la vida de los más allegados y los convierte en tóxicos también, quien sabe respetarse emprende la huida ante este tipo de gente. 7) Es trabajador.
Una persona que se respeta a sí misma no es holgazana o perezosa, tampoco vive a costas de los demás; al contrario, es hacendosa, esforzada y valiente en todas sus labores y se cataloga por ser excelente en lo que hace. Dime, ¿Qué tanto respeto tienes por ti mismo(a)? Mírate con estima, has los ajustes pertinentes y define los límites necesarios en tu vida para dignificarte apropiadamente, ni mucho ni poco, con equilibrio saludable. Recuerda que si tú no te respetas, posiblemente los demás tampoco te respetarán jamás.