CUÍDATE DEL QUE TE HABLA SIEMPRE TAN BONITO.


¡Qué lindos son los cumplidos!; que nos alaguen incansablemente, que nos inflen el ego con palabras de afirmación constantes, que noten todo lo bueno que hacemos y lo alaben con bombos y platillos, que nos colmen con exhaustivos calificativos de perfección… ¡sí!, hay mucho deleite en esto, pero, la mayoría de las veces, tanta aprobación y aprecio demostrado esconde una oscura y malintencionada verdad.
Siempre que nos hacen un alago, es bueno agradecerlo y aceptarlo, no está mal recibir un gesto cortés y respetuoso de alguien quien nos quiere felicitar por algo, esto nos anima y motiva la autoestima; el problema está cuando esto se repite constantemente por parte de la misma persona, ahí empieza lo sospechoso.
La Biblia dice “Como escoria [barniz]de plata echada sobre el tiesto [olla de barro] son los labios lisonjeros y el corazón malo. El que odia disimula con sus labios; mas en su interior maquina engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la congregación.” Proverbios 26:23-26 RVR1960.
Según el diccionario, la palabra lisonja significa: alabanza exagerada y generalmente interesada que se hace a una persona para conseguir un favor o ganar su confianza, por lo tanto, el lisonjero es aquella persona que exagera con sus halagos para conseguir algo a cambio, para sacar provecho.
Pero, ¿cómo detectamos a los lisonjeros? Hay varias señales que nos indican que estamos frente a uno de ellos, o peor aún, si somos uno de ellos:
- Son exageradamente amigables y cariñosos, pero cuando tienes problemas, desaparecen.
- Te adulan continuamente para sacar provecho.
- El lisonjero no te aprecia por quién eres sino por la posición que tienes y por lo que pueda conseguir a través de ti.
- Suelen esforzarse por conseguir toda la información posible para llevársela, a su conveniencia, a la persona que está en una posición privilegiada. Creen profundamente el refrán que dice “el que tiene la información tiene el poder”.
- Siempre se colocan del lado del más fuerte, no les importa si lo que está aconteciendo daña a los menos privilegiados, lo único que les interesa es agradarle a quien lo(a) puede promover.
- Son traicioneros.
- Si se pelean con la persona de la que desean sacar provecho, la buscan y piden disculpas, pero no para recobrar su amistad sino para planificar su venganza y atacar o cumplir su propósito final, obtener de ti lo que han proyectado desde el inicio.
- Son inteligentes, saben leer a las personas y usan ese conocimiento para manipular.
Tristemente, personas así abundan hoy en día. Los lisonjeros son lo opuesto a las personas con integridad, en los lisonjeros rebosan los intereses egoístas y la mentira, no son buenos compañeros en ningún tipo de relación, son bombas de tiempo esperando detonar cuando tengan la oportunidad de destruirnos. No por nada la Biblia dice: “Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; sus entrañas son maldad, sepulcro abierto es su garganta, con su lengua hablan lisonjas.” Salmos 5:9 RVR1960.
La persona íntegra, de corazón sincero, te hablará verdad, sea esta agradable o no, te apoyará y te será leal. Es curioso ver cómo, mientras más poder se tiene, más lisonjeros se acercan. Es inevitable que los lisonjeros rodeen a quienes pueden serles útiles para sus ególatras propósitos, pero una cosa sí es segura, quién adquiere un puesto de prominencia y de un momento a otro se ve rodeado de lisonjeros, pero con sagacidad los logra reconocer inmediatamente y desenmascara; los ahuyentará para siempre; a menos que, quien tenga el poder sobre ellos, tampoco sea íntegro en sus principios y decida aprovecharse del lisonjero que le sigue para así tener un vasallo servil a su plena disposición.
Es un hecho que quien vive íntegra y honestamente su vida tendrá paz. La biblia dice también: “Solo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad; que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo ni le acarrea desgracias a su vecino; que desprecia al que Dios reprueba, pero honra al que teme al Señor; que cumple lo prometido aunque salga perjudicado; que presta dinero sin ánimo de lucro, y no acepta sobornos que afecten al inocente. El que así actúa no caerá jamás.”Salmo 15:2-5 NVI
Seamos íntegros en todo tiempo y ante toda circunstancia; seamos parte de esa valiosísima y muy selecta minoría que aún existe a cuenta gotas; escasa, silenciosa y en peligro de extinción, pero tan inestimable como la gema más preciada del mundo. Recordemos que: “Las personas con integridad caminan seguras, pero las que toman caminos torcidos serán descubiertas.” Proverbios 10:9 NTV.