Pastora Grethel Quesada Quesada grethelquesadaq@hotmail.com

¡Qué lindos son los cumplidos!; que nos alaguen incansablemente, que nos inflen el ego con palabras de afirmación constantes, que noten todo lo bueno que hacemos y lo alaben con bombos y platillos, que nos colmen con exhaustivos calificativos de perfección… ¡sí!, hay mucho deleite en esto, pero, la mayoría de las veces, tanta aprobación y aprecio demostrado esconde una oscura y malintencionada verdad.

Siempre que nos hacen un alago, es bueno agradecerlo y aceptarlo, no está mal recibir un gesto cortés y respetuoso de alguien quien nos quiere felicitar por algo, esto nos anima y motiva la autoestima; el problema está cuando esto se repite constantemente por parte de la misma persona, ahí empieza lo sospechoso.

La Biblia dice “Como escoria [barniz]de plata echada sobre el tiesto [olla de barro] son los labios lisonjeros y el corazón malo. El que odia disimula con sus labios; mas en su interior maquina engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la congregación.” Proverbios 26:23-26 RVR1960.

Según el diccionario, la palabra lisonja significa: alabanza exagerada y generalmente interesada que se hace a una persona para conseguir un favor o ganar su confianza, por lo tanto, el lisonjero es aquella persona que exagera con sus halagos para conseguir algo a cambio, para sacar provecho.

Pero, ¿cómo detectamos a los lisonjeros? Hay varias señales que nos indican que estamos frente a uno de ellos, o peor aún, si somos uno de ellos:

  1. Son exageradamente amigables y cariñosos, pero cuando tienes problemas, desaparecen.
  2. Te adulan continuamente para sacar provecho.
  3. El lisonjero no te aprecia por quién eres sino por la posición que tienes y por lo que pueda conseguir a través de ti.
  4. Suelen esforzarse por conseguir toda la información posible para llevársela, a su conveniencia, a la persona que está en una posición privilegiada. Creen profundamente el refrán que dice “el que tiene la información tiene el poder”.
  5. Siempre se colocan del lado del más fuerte, no les importa si lo que está aconteciendo daña a los menos privilegiados, lo único que les interesa es agradarle a quien lo(a) puede promover.
  6. Son traicioneros.
  7. Si se pelean con la persona de la que desean sacar provecho, la buscan y piden disculpas, pero no para recobrar su amistad sino para planificar su venganza y atacar o cumplir su propósito final, obtener de ti lo que han proyectado desde el inicio.
  8. Son inteligentes, saben leer a las personas y usan ese conocimiento para manipular.

Tristemente, personas así abundan hoy en día. Los lisonjeros son lo opuesto a las personas con integridad, en los lisonjeros rebosan los intereses egoístas y la mentira, no son buenos compañeros en ningún tipo de relación, son bombas de tiempo esperando detonar cuando tengan la oportunidad de destruirnos.  No por nada la Biblia dice: “Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; sus entrañas son maldad, sepulcro abierto es su garganta, con su lengua hablan lisonjas.” Salmos 5:9 RVR1960.

La persona íntegra, de corazón sincero, te hablará verdad, sea esta agradable o no, te apoyará y te será leal. Es curioso ver cómo, mientras más poder se tiene, más lisonjeros se acercan. Es inevitable que los lisonjeros rodeen a quienes pueden serles útiles para sus ególatras propósitos, pero una cosa sí es segura, quién adquiere un puesto de prominencia y de un momento a otro se ve rodeado de lisonjeros, pero con sagacidad los logra reconocer inmediatamente y desenmascara; los ahuyentará para siempre; a menos que, quien tenga el poder sobre ellos, tampoco sea íntegro en sus principios y decida aprovecharse del lisonjero que le sigue para así tener un vasallo servil a su plena disposición.

Es un hecho que quien vive íntegra y honestamente su vida tendrá paz. La biblia dice también: “Solo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad; que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo ni le acarrea desgracias a su vecino; que desprecia al que Dios reprueba, pero honra al que teme al Señor; que cumple lo prometido aunque salga perjudicado; que presta dinero sin ánimo de lucro, y no acepta sobornos que afecten al inocente. El que así actúa no caerá jamás.”Salmo 15:2-5 NVI

Seamos íntegros en todo tiempo y ante toda circunstancia; seamos parte de esa valiosísima y muy selecta minoría que aún existe a cuenta gotas; escasa, silenciosa y en peligro de extinción, pero tan inestimable como la gema más preciada del mundo. Recordemos que: “Las personas con integridad caminan seguras, pero las que toman caminos torcidos serán descubiertas.” Proverbios 10:9 NTV.

CUÍDATE DEL QUE TE HABLA SIEMPRE TAN BONITO.

6 agosto, 2019 6:24 am

Pastora Grethel Quesada Quesada grethelquesadaq@hotmail.com

¡Qué lindos son los cumplidos!; que nos alaguen incansablemente, que nos inflen el ego con palabras de afirmación constantes, que noten todo lo bueno que hacemos y lo alaben con bombos y platillos, que nos colmen con exhaustivos calificativos de perfección… ¡sí!, hay mucho deleite en esto, pero, la mayoría de las veces, tanta aprobación y aprecio demostrado esconde una oscura y malintencionada verdad.

Siempre que nos hacen un alago, es bueno agradecerlo y aceptarlo, no está mal recibir un gesto cortés y respetuoso de alguien quien nos quiere felicitar por algo, esto nos anima y motiva la autoestima; el problema está cuando esto se repite constantemente por parte de la misma persona, ahí empieza lo sospechoso.

La Biblia dice “Como escoria [barniz]de plata echada sobre el tiesto [olla de barro] son los labios lisonjeros y el corazón malo. El que odia disimula con sus labios; mas en su interior maquina engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la congregación.” Proverbios 26:23-26 RVR1960.

Según el diccionario, la palabra lisonja significa: alabanza exagerada y generalmente interesada que se hace a una persona para conseguir un favor o ganar su confianza, por lo tanto, el lisonjero es aquella persona que exagera con sus halagos para conseguir algo a cambio, para sacar provecho.

Pero, ¿cómo detectamos a los lisonjeros? Hay varias señales que nos indican que estamos frente a uno de ellos, o peor aún, si somos uno de ellos:

  1. Son exageradamente amigables y cariñosos, pero cuando tienes problemas, desaparecen.
  2. Te adulan continuamente para sacar provecho.
  3. El lisonjero no te aprecia por quién eres sino por la posición que tienes y por lo que pueda conseguir a través de ti.
  4. Suelen esforzarse por conseguir toda la información posible para llevársela, a su conveniencia, a la persona que está en una posición privilegiada. Creen profundamente el refrán que dice “el que tiene la información tiene el poder”.
  5. Siempre se colocan del lado del más fuerte, no les importa si lo que está aconteciendo daña a los menos privilegiados, lo único que les interesa es agradarle a quien lo(a) puede promover.
  6. Son traicioneros.
  7. Si se pelean con la persona de la que desean sacar provecho, la buscan y piden disculpas, pero no para recobrar su amistad sino para planificar su venganza y atacar o cumplir su propósito final, obtener de ti lo que han proyectado desde el inicio.
  8. Son inteligentes, saben leer a las personas y usan ese conocimiento para manipular.

Tristemente, personas así abundan hoy en día. Los lisonjeros son lo opuesto a las personas con integridad, en los lisonjeros rebosan los intereses egoístas y la mentira, no son buenos compañeros en ningún tipo de relación, son bombas de tiempo esperando detonar cuando tengan la oportunidad de destruirnos.  No por nada la Biblia dice: “Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; sus entrañas son maldad, sepulcro abierto es su garganta, con su lengua hablan lisonjas.” Salmos 5:9 RVR1960.

La persona íntegra, de corazón sincero, te hablará verdad, sea esta agradable o no, te apoyará y te será leal. Es curioso ver cómo, mientras más poder se tiene, más lisonjeros se acercan. Es inevitable que los lisonjeros rodeen a quienes pueden serles útiles para sus ególatras propósitos, pero una cosa sí es segura, quién adquiere un puesto de prominencia y de un momento a otro se ve rodeado de lisonjeros, pero con sagacidad los logra reconocer inmediatamente y desenmascara; los ahuyentará para siempre; a menos que, quien tenga el poder sobre ellos, tampoco sea íntegro en sus principios y decida aprovecharse del lisonjero que le sigue para así tener un vasallo servil a su plena disposición.

Es un hecho que quien vive íntegra y honestamente su vida tendrá paz. La biblia dice también: “Solo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad; que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo ni le acarrea desgracias a su vecino; que desprecia al que Dios reprueba, pero honra al que teme al Señor; que cumple lo prometido aunque salga perjudicado; que presta dinero sin ánimo de lucro, y no acepta sobornos que afecten al inocente. El que así actúa no caerá jamás.”Salmo 15:2-5 NVI

Seamos íntegros en todo tiempo y ante toda circunstancia; seamos parte de esa valiosísima y muy selecta minoría que aún existe a cuenta gotas; escasa, silenciosa y en peligro de extinción, pero tan inestimable como la gema más preciada del mundo. Recordemos que: “Las personas con integridad caminan seguras, pero las que toman caminos torcidos serán descubiertas.” Proverbios 10:9 NTV.

Alina Cordero
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