SARCASMO: UNA FORMA AGRESIVA E IRÓNICA DE DAÑAR.


Pastora Grethel Quesada Quesada grethelquesadaq@hotmail.com
Hace muchos años atrás, existió un filósofo griego llamado Zenón de Elea, quien se destacó por ser el que desarrolló el razonamiento paradójico y defendió constantemente las enseñanzas de su maestro Parménides a través de paradojas. Hoy en día, sus ideas son sumamente criticadas por el contenido de las mismas, sin embargo, para su época fueron revolucionarias y le dieron mucho en qué pensar a los intelectuales más renombrados.
La paradoja es una figura retórica (o figura literaria que busca utilizar el lenguaje con un estilo comunicativo más original y literario, más elegante podría decirse) que se maneja con expresiones que envuelven en sí una contradicción. Un ejemplo de esto es la frase popular “Conduce despacio porque precisa llegar” o “Pobre niño rico, lo único que tiene es dinero”. Esta figura literaria se usa en muchos ámbitos de gran importancia como lo es la ciencia, física, música, poesía, matemáticas y entre otros. También es una buena forma de poner en práctica el análisis profundo de la vida para extraer así lo más relevante de nuestra existencia.
Lamentablemente, este útil modo de usar el lenguaje para influir positivamente en el ser humano, ha sido denigrado y transformado por la sociedad en un arma letal para el prójimo; dejaron de ser ingeniosas paradojas a favor del razonamiento creativo para convertirse en vulgares sarcasmos, una forma agresiva y muy irónica de dañar a los demás. Cuando hablamos de sarcasmo, nos referimos exactamente al uso de frases irónicas con el único fin de ridiculizar, humillar, insultar y herir.
En la actualidad, la batalla sarcástica es una moda entre jóvenes y no tan jóvenes ya que requiere cierta agilidad intelectual para formularlo y quienes lo usan, alardean de su morbosa creatividad, se catalogan a sí mismos como muy inteligentes y se jactan de su destreza para responder burlonamente a su contrincante, disfrutan el momento pues aún los espectadores le halagan la “hazaña”.
Sentirse orgulloso y pleno porque se usa el sarcasmo con habilidad y rapidez es una seria equivocación. Según la psicóloga Marta Lellenquien, las personas que abusan del sarcasmo suelen ser individuos pasivos-agresivos que tienen como finalidad manipular a los demás a través de las emociones. Estas personas no son capaces de confrontar a otros de manera sana y asertiva, son inmaduros, temerosos, inseguros y tienen pocas habilidades sociales, por lo tanto están a la defensiva y se comunican a través de frases sarcásticas para (según ellos) verse mejor que los demás.
La Biblia nos dice: “el que al necio no responde, por necio no pasa. El que el necio sabe responder, como tal le hace parecer” Proverbios 26:4-5NTV. Este precioso pasaje bíblico, aparte de ser una excelente paradoja, también es una buena enseñanza con respecto al sarcasmo. No te desgastes respondiendo al sarcástico, se aún más creativo y confróntale asertiva y directamente, de esta manera verás cómo su arsenal irónico se desmorona y huye despavorido pues su mayor temor es que su debilidad emocional quede en evidencia. Recuerda que “el corazón del justo piensa para responder; más la boca de los impíos derrama malas cosas”. Proverbios 15:28.
Cuadro resumen tomado de: http://www.solohijos.com/web/el-sarcasmo-un-arma-peligrosa/