Asada San Antonio de Mollejones ofrece agua potable a 1200 hogares

Miriam Quesada Chavarría
Periodicoenclacecr@gmail.com
- 14 de setiembre, Día Nacional de la Gestión Comunitaria del Agua.
- Esta Asada atiende a 4 distritos del Cantón de Pérez Zeledón.
- Primera Asada en estructura, cuenta con 11 tanques de almacenamiento, 80 tanques de quebragradientes, 34 km de tubería de conducción y 250 km de tubería de distribución.
- Protege 83 hectáreas de zonas de recarga, con un costo aproximado de 275 millones.
Las Asociaciones administradoras de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales en Costa Rica, también conocidas como ASADAS, ascienden a más de 2000 organizaciones, que funcionan como estructuras sin fines de lucro, bajo el marco legal de la Ley de Asociaciones. Las ASADAS en Costa Rica administran los sistemas de acueducto y alcantarillado comunales, bajo un esquema de delegación de la administración, acordado con el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados.
Debido a la altitud de las zonas rurales de Costa Rica, llevar agua potable a cada familia, se convierte en un reto económico para estas organizaciones. Un ejemplo de trabajo, inversión comunal y protección del recurso hídrico es visible en el desarrollo de La ASADA DE SAN ANTONIO DE MOLLEJONES.
Esta Asada atiende 1200 usuarios de veinte comunidades ubicadas en los distritos de La Amistad, Platanares, Daniel Flores y San Pedro de Pérez Zeledón. Es la Asada más grande en estructura, cuenta con una planta de tratamiento ubicada en La Colonia de San Pedro, con capacidad para 52 litros por segundo, 11 tanques de almacenamiento que van desde 150 hasta 500 metros cúbicos y 80 tanques quiebra gradientes. También requiere un sistema de bombeo que da servicio al 50% de la población atendida. Para ofrecer el servicio se dispone de 34 km de tuberías de conducción y 250 km de tubería de distribución.
Don Elidio Umaña, administrador de la Asada, explica el desarrollo de un nuevo proyecto, para asegurar el servicio con una proyección a 25 años, según se estipuló en el plan estratégico de la organización en el 2015.
“Esta asada protege 83 hectáreas en las zonas de recarga que ha adquirido con recursos propios, con una inversión aproximada de 275 millones de colones, para garantizar disponibilidad de agua con una proyección de 25 años. Además, debido a que la geografía del terreno desde La Colonia a los diferentes tanques es muy irregular, se dan averías frecuentes por la altísima presión que se tiene, y su reparación retarda el servicio. Para solucionar el problema, se planificó en el 2015 un nuevo proyecto cuyo primer paso fue conseguir una concesión de agua de 28 litros por segundo, luego, adquirir y colocar un tanque de almacenamiento en acero vitrificado con capacidad para 500 metros cúbicos, ubicado a un kilómetro del Cementerio de San Antonio; además debimos comprar terrenos para pasar la tubería y solo estamos a la espera de la viabilidad para ponerlo a funcionar”
La Empresa RQL Ingeniería se encargó de la construcción de la plataforma y la colocación del tanque de almacenamiento de acero vitrificado que entrará a operar en los próximos días.
Roger Quesada Chavarría, de RQL Ingeniería comenta:
“Un sistema de agua potable comprende las captaciones, plantas de tratamiento, tuberías, almacenamiento, redes de distribución y demás elementos necesarios para suministrar agua potable. La tecnología aporta recursos para disminuir el proceso operativo de las asadas. Los tanques de almacenamiento de acero vitrificado son muy duraderos, higiénicos, libres de mantenimiento, la instalación es muy sencilla por lo que están teniendo mucha aceptación en Costa Rica y se convierten en un recurso tecnológico muy práctico. La Asada de San Antonio ha hecho un gran esfuerzo económico que a corto y mediano plazo se convertirá en mejor servicio y beneficio comunal, que las demás asadas podrían implementar.
Conocer y trabajar al lado de las ASADAS, es una experiencia gratificante. El compromiso, el don de servicio, la responsabilidad, la persistencia y la calidez que caracteriza a las personas que trabajan en un acueducto, nos demuestra el interés de las comunidades por alcanzar mejores condiciones de salud y de desarrollo para su pueblo.
Un reconocimiento a los hombres y las mujeres, que tan generosamente, donan su tiempo, sus conocimientos y sus actividades, en la administración de sus acueductos, velando por el bien común”.