Costa Rica es el primer país del mundo en establecer un Plan Nacional para la Pesca Sostenible de especies como el atún, dorado y pez espada. Imagen con fines ilustrativos facilitada por el PNUD.

Miriam Quesada Chavarría

Miriam.quesada@enlacecr.com

  • Si los océanos fueran un país, serían la sétima economía más grande del mundo.
  • Si persiste la tasa actual de aumento de temperatura, para el 2050 ya no tendremos arrecifes coralinos.

Los océanos cumplen un papel importante para el equilibrio social, económico y ambiental de todos los países del mundo. Desde la perspectiva ambiental, los océanos liberan más oxígeno a la atmósfera que todos los bosques del planeta juntos, gracias a la vegetación marina (fitoplancton); además, ayudan al control del clima mundial, mediante el intercambio de calor y gases con la atmósfera, a través de corrientes en la superficie del mar.

En el ámbito social y económicos, más del 50% de la población mundial vive en las costas, el transporte marítimo representa el 90% de las mercancías negociadas internacionalmente. Gracias a los océanos, existen 120 millones de empleos en el sector pesquero y cerca de 6.5 millones de personas viven del turismo marino.  

Gracias a los océanos, existen 120 millones de empleos en el sector pesquero y cerca de 6.5 millones de personas viven del turismo marino

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que los “activos marinos” suman US$25 millones y generan un “producto marino bruto” de US$2.5 billones anuales. Para comprender el valor real de los océanos, se puede decir que, si los océanos fueran un país, serían la sétima economía más grande del mundo.

Sin embargo, nosotros tratamos a los océanos como si tuviéramos una tarjeta con un monto ilimitado de dinero el cual podemos gastar y gastar sin preocuparnos, a la vez que desechamos en ellos todo lo que nos estorba, cada año miles de toneladas de basura van a parar a los océanos. Según la WWF, de esta manera, hemos conseguido que el 90% de las poblaciones de peces estén sobre explotadas o completamente explotadas, la deforestación de los manglares sea mayor a la de los bosques, un tercio de los pastos marinos se hayan perdido, el 50% de los corales hayan desaparecido y si persiste la tasa actual de aumento de temperatura, para el 2050 ya no tendremos arrecifes coralinos. 

El 90% de las poblaciones de peces estén sobre explotadas o completamente explotadas.

Ante este panorama, es urgente realizar un cambio en la forma en como nos relacionamos con el océano. Uno de los planteamientos más interesantes es la llamada Economía Azul Sostenible.

Esta, es la economía que reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de desarrollo, promueve la restauración y protección de la biodiversidad marina, busca el uso del mar y sus recursos de una manera sostenible y rentable, y contribuye a la seguridad alimentaria de la población mundial. Involucra sectores como energía renovable, transporte marino, pesca, acuicultura, turismo, biotecnología azul y minería del lecho marino.

El océano cuentan con gran cantidad de oportunidades que podemos aprovechar de manera sostenible: la Acuicultura, en el caso de muchas zonas costeras, juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria; la energía del océano puede ser la respuesta para satisfacer la gran demanda de electricidad limpia; los resultados de la biotecnología azul (estudio de los organismos marinos con objeto de crear nuevos productos) pueden ser aplicados a sectores como el farmacéutico, cosmético, entre otros.

En su informe Principios de la Economía Azul, la WWF enumera los principios necesarios para el desarrollo exitoso de la Economía Azul: 

  • Que todos los actores económicos (gobiernos, empresas, ecologistas y ciudadanía) establezcan objetivos claros, medibles y coherentes (por ejemplo, las capturas anuales de pescado).
  • Medir y comunicar regularmente el avance hacia dichos objetivos.
  • Crear un entorno económico y legislativo que proporcione a la economía azul los incentivos adecuados a través de impuestos, subvenciones o permisos.
  • Planear y gestionar de manera eficaz el espacio marino y sus recursos.
  • Desarrollar y aplicar las mejores prácticas que lleven a un aprovechamiento sostenible de los recursos marinos.
  • Reconocer que la economía marítima y la terrestre están entrelazadas y que muchas de las amenazas para el mar se originan en tierra.
  • Cooperar activamente, compartir información y conocimiento para alcanzar un futuro sostenible y próspero para todos.

Propuestas innovadoras

Para que una actividad contribuya a la economía azul, debe contribuir al menos a dos de los cuatro elementos de eficiencia en el uso de recursos: reducir la pérdida de alimentos y la generación de desechos a lo largo de la cadena de valor, eficiencia energética (reducir la huella de carbono), empleo decente y financiamiento o tecnologías innovadoras.

Un ejemplo de empresa que contribuye a la economía azul es Sea2See, que produce lentes de sol fabricados con plástico y redes de pesca reciclados del mar, impactando positivamente en la extracción de una tonelada de basura cada dos días. Otra gran experiencia en este campo es la compañía española Biomival, que desarrolla una turbina con forma de pico de flamenco que obtiene energía de las olas. En la misma línea, una empresa que apuesta por la economía azul es Laboratorios Quinton, que fabrica diferentes productos farmacéuticos cuya materia prima principal es el agua de mar, extraída en el Vortex planctónico del Golfo de Vizcaya en Europa, rico en minerales y otros elementos, que se encuentran en una proporción similar a los líquidos orgánicos del medio interno humano, como el plasma sanguíneo, el líquido cefalorraquídeo o las lágrimas.

 

¿Qué se está haciendo en Costa Rica?

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentaron el pasado 28 de noviembre, el Plan Nacional de Acción para la pesca de Grandes Pelágicos 2018-2030. Este plan tiene el propósito de mejorar la pesquería de palangre de grandes pelágicos en Costa Rica, entre ellos atún, espada y dorado, y aumentar la oferta de pescado de fuentes sostenibles, a la vez que se procura el bienestar social de las personas vinculadas con la actividad pesquera.

Costa Rica es el primer país del mundo en establecer un Plan Nacional para la Pesca Sostenible de especies como el atún, dorado y pez espada, y es el resultado de un proceso de diálogo entre funcionarios de gobierno, academia, sociedad civil, cooperación internacional, representantes de pesca, exportadores, restaurantes y supermercados, entre otros.

Este plan propone 18 objetivos divididos en tres ejes de trabajo. El primero, buscará información biológica, socioeconómica y de productividad, para la gestión, monitoreo y toma de decisiones de las pesquerías de grandes pelágicos. El segundo eje permitirá la gobernanza de la pesca de grandes pelágicos, gracias a las capacidades científicas, de gestión, con la adquisición de equipo necesario para lograr ser competitivos, y que permita a la institucionalidad la toma de decisiones.

El tercero, se enfoca en la necesidad de atender la demanda internacional de productos de pesca responsable, mediante el posicionamiento de un sello país, campañas para consumidores y busca de nuevos nichos de mercado para productos con valor agregado.

A nivel país, también se trabaja en protección de especies marinas mediante las Áreas Silvestres Protegidas como el Parque Marino Ballena, Parque Nacional Corcovado, Parque Nacional Manuel Antonio, entre otros, que cuentan entre su rango de protección con áreas marítimas; y que además aportan a las zonas costeras mediante el aprovechamiento de estos sitios para el desarrollo de turismo sostenible. Además, se promueve la conservación de los recursos naturales, el reciclaje y la no utilización de productos plásticos. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer a nivel social, las personas deben concientizarse sobre la importancia de los océanos para el desarrollo de los pueblos, y generar una relación simbiótica que nos permita beneficiarnos de ellos sin sobre explotarlos.

Referencia:
http://www.climateactionprogramme.org/reports/world-bank-united-nations-the-potential-of-the-blue-economy

https://www.aquahoy.com/mercado/estudios/29548-el-potencial-de-la-economia-azul-para-los-paises-en-desarrollo

http://awsassets.wwf.es/downloads/reviviendo_la_economia_del_oceano_resumen.pdf

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

Economía Azul, aprovechamiento sostenible de los océanos

29 diciembre, 2018 2:16 pm

Costa Rica es el primer país del mundo en establecer un Plan Nacional para la Pesca Sostenible de especies como el atún, dorado y pez espada. Imagen con fines ilustrativos facilitada por el PNUD.

Miriam Quesada Chavarría

Miriam.quesada@enlacecr.com

  • Si los océanos fueran un país, serían la sétima economía más grande del mundo.
  • Si persiste la tasa actual de aumento de temperatura, para el 2050 ya no tendremos arrecifes coralinos.

Los océanos cumplen un papel importante para el equilibrio social, económico y ambiental de todos los países del mundo. Desde la perspectiva ambiental, los océanos liberan más oxígeno a la atmósfera que todos los bosques del planeta juntos, gracias a la vegetación marina (fitoplancton); además, ayudan al control del clima mundial, mediante el intercambio de calor y gases con la atmósfera, a través de corrientes en la superficie del mar.

En el ámbito social y económicos, más del 50% de la población mundial vive en las costas, el transporte marítimo representa el 90% de las mercancías negociadas internacionalmente. Gracias a los océanos, existen 120 millones de empleos en el sector pesquero y cerca de 6.5 millones de personas viven del turismo marino.  

Gracias a los océanos, existen 120 millones de empleos en el sector pesquero y cerca de 6.5 millones de personas viven del turismo marino

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que los “activos marinos” suman US$25 millones y generan un “producto marino bruto” de US$2.5 billones anuales. Para comprender el valor real de los océanos, se puede decir que, si los océanos fueran un país, serían la sétima economía más grande del mundo.

Sin embargo, nosotros tratamos a los océanos como si tuviéramos una tarjeta con un monto ilimitado de dinero el cual podemos gastar y gastar sin preocuparnos, a la vez que desechamos en ellos todo lo que nos estorba, cada año miles de toneladas de basura van a parar a los océanos. Según la WWF, de esta manera, hemos conseguido que el 90% de las poblaciones de peces estén sobre explotadas o completamente explotadas, la deforestación de los manglares sea mayor a la de los bosques, un tercio de los pastos marinos se hayan perdido, el 50% de los corales hayan desaparecido y si persiste la tasa actual de aumento de temperatura, para el 2050 ya no tendremos arrecifes coralinos. 

El 90% de las poblaciones de peces estén sobre explotadas o completamente explotadas.

Ante este panorama, es urgente realizar un cambio en la forma en como nos relacionamos con el océano. Uno de los planteamientos más interesantes es la llamada Economía Azul Sostenible.

Esta, es la economía que reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de desarrollo, promueve la restauración y protección de la biodiversidad marina, busca el uso del mar y sus recursos de una manera sostenible y rentable, y contribuye a la seguridad alimentaria de la población mundial. Involucra sectores como energía renovable, transporte marino, pesca, acuicultura, turismo, biotecnología azul y minería del lecho marino.

El océano cuentan con gran cantidad de oportunidades que podemos aprovechar de manera sostenible: la Acuicultura, en el caso de muchas zonas costeras, juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria; la energía del océano puede ser la respuesta para satisfacer la gran demanda de electricidad limpia; los resultados de la biotecnología azul (estudio de los organismos marinos con objeto de crear nuevos productos) pueden ser aplicados a sectores como el farmacéutico, cosmético, entre otros.

En su informe Principios de la Economía Azul, la WWF enumera los principios necesarios para el desarrollo exitoso de la Economía Azul: 

  • Que todos los actores económicos (gobiernos, empresas, ecologistas y ciudadanía) establezcan objetivos claros, medibles y coherentes (por ejemplo, las capturas anuales de pescado).
  • Medir y comunicar regularmente el avance hacia dichos objetivos.
  • Crear un entorno económico y legislativo que proporcione a la economía azul los incentivos adecuados a través de impuestos, subvenciones o permisos.
  • Planear y gestionar de manera eficaz el espacio marino y sus recursos.
  • Desarrollar y aplicar las mejores prácticas que lleven a un aprovechamiento sostenible de los recursos marinos.
  • Reconocer que la economía marítima y la terrestre están entrelazadas y que muchas de las amenazas para el mar se originan en tierra.
  • Cooperar activamente, compartir información y conocimiento para alcanzar un futuro sostenible y próspero para todos.

Propuestas innovadoras

Para que una actividad contribuya a la economía azul, debe contribuir al menos a dos de los cuatro elementos de eficiencia en el uso de recursos: reducir la pérdida de alimentos y la generación de desechos a lo largo de la cadena de valor, eficiencia energética (reducir la huella de carbono), empleo decente y financiamiento o tecnologías innovadoras.

Un ejemplo de empresa que contribuye a la economía azul es Sea2See, que produce lentes de sol fabricados con plástico y redes de pesca reciclados del mar, impactando positivamente en la extracción de una tonelada de basura cada dos días. Otra gran experiencia en este campo es la compañía española Biomival, que desarrolla una turbina con forma de pico de flamenco que obtiene energía de las olas. En la misma línea, una empresa que apuesta por la economía azul es Laboratorios Quinton, que fabrica diferentes productos farmacéuticos cuya materia prima principal es el agua de mar, extraída en el Vortex planctónico del Golfo de Vizcaya en Europa, rico en minerales y otros elementos, que se encuentran en una proporción similar a los líquidos orgánicos del medio interno humano, como el plasma sanguíneo, el líquido cefalorraquídeo o las lágrimas.

 

¿Qué se está haciendo en Costa Rica?

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentaron el pasado 28 de noviembre, el Plan Nacional de Acción para la pesca de Grandes Pelágicos 2018-2030. Este plan tiene el propósito de mejorar la pesquería de palangre de grandes pelágicos en Costa Rica, entre ellos atún, espada y dorado, y aumentar la oferta de pescado de fuentes sostenibles, a la vez que se procura el bienestar social de las personas vinculadas con la actividad pesquera.

Costa Rica es el primer país del mundo en establecer un Plan Nacional para la Pesca Sostenible de especies como el atún, dorado y pez espada, y es el resultado de un proceso de diálogo entre funcionarios de gobierno, academia, sociedad civil, cooperación internacional, representantes de pesca, exportadores, restaurantes y supermercados, entre otros.

Este plan propone 18 objetivos divididos en tres ejes de trabajo. El primero, buscará información biológica, socioeconómica y de productividad, para la gestión, monitoreo y toma de decisiones de las pesquerías de grandes pelágicos. El segundo eje permitirá la gobernanza de la pesca de grandes pelágicos, gracias a las capacidades científicas, de gestión, con la adquisición de equipo necesario para lograr ser competitivos, y que permita a la institucionalidad la toma de decisiones.

El tercero, se enfoca en la necesidad de atender la demanda internacional de productos de pesca responsable, mediante el posicionamiento de un sello país, campañas para consumidores y busca de nuevos nichos de mercado para productos con valor agregado.

A nivel país, también se trabaja en protección de especies marinas mediante las Áreas Silvestres Protegidas como el Parque Marino Ballena, Parque Nacional Corcovado, Parque Nacional Manuel Antonio, entre otros, que cuentan entre su rango de protección con áreas marítimas; y que además aportan a las zonas costeras mediante el aprovechamiento de estos sitios para el desarrollo de turismo sostenible. Además, se promueve la conservación de los recursos naturales, el reciclaje y la no utilización de productos plásticos. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer a nivel social, las personas deben concientizarse sobre la importancia de los océanos para el desarrollo de los pueblos, y generar una relación simbiótica que nos permita beneficiarnos de ellos sin sobre explotarlos.

Referencia:
http://www.climateactionprogramme.org/reports/world-bank-united-nations-the-potential-of-the-blue-economy

https://www.aquahoy.com/mercado/estudios/29548-el-potencial-de-la-economia-azul-para-los-paises-en-desarrollo

http://awsassets.wwf.es/downloads/reviviendo_la_economia_del_oceano_resumen.pdf

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo