Un Carnívoro Interesante
Las experiencias más fascinantes siempre me ocurren cuando ando solo en la selva. Cuando ando acompañado la tentación de comentar sobre las maravillas de la jungla es muy fuerte y conversamos en vez de observar. Además, el oído de algunos animales silvestres es más sensitivo que el de los humanos y ellos escuchan hasta cuando hablamos muy suave y se van o se esconden. Otras especies dependen de un olfato o una vista agudo. Hace muchos años andaba solo por el bosque sobre un sendero que pasaba por una fila con la tierra inclinada hacia abajo por ambos lados. Muchos de los árboles tenían las gambas muy abajo por la inclinación y algunas de las copas quedaron a nivel con la fila donde andaba yo. Me senté en el tronco de un árbol caído para descansar y escuchar los sonidos de la selva y observar todo lo que apareciera.
Durante 20 minutos miré un Bobo, un Trepador Alirrubio y un Batará Negruzco y escuché otras especies de aves que no logré ver. De pronto escuché un bufido y un resoplido desde muy abajo cerca de la base de un gran árbol de camarón. Después escuché un suave gruñido, pero más arriba. Vi un animal negro subiendo el grueso tronco recto y atrás vinieron dos más. Primero pensé que eran jaguarundis, pero cuando vi las colas peludas los reconocí como tolomucos. Traté de no moverme y no hacer ningún sonido. Por suerte tuve la brisa en la cara y llevaba mi olor por otro lado y los tres carnívoros negros no pudieron detectarme por el olfato. Exploraron toda la gran copa, a veces jugando y peleando y a veces tranquilos. Después de unos 15 minutos uno de los tolomucos por casualidad caminó sobre una rama que extendía hacia mi persona y en un momento me vio. Por un instante quedo parado, mirándome, totalmente sorprendido. Peló los dientes y avanzó tres pasos hacia la punta de la rama. De repente bajó con el peso del animal. Paró, pero quedó viéndome con los ojos tan negros como el carbón y los dientes siempre pelados. Siseó fuertemente dos veces, dio vuelta y los tres tolomucos corrieron para el tronco y bajaron, cabeza mirando hacia el suelo. En unos segundos llegaron a la tierra y desaparecieron. Fue una experiencia de una vez en la vida que nunca voy a olvidar. Durante un cuarto de hora observé el comportamiento natural de tres carnívoros sin que ellos dan cuenta de mi presencia.
Los tolomucos dependen principalmente del olfato para información sobre su entorno. Su visión no es muy nítida y el oído de un perro domestico es mucho más fino que el de un tolomuco. Mi gran ventaja ese día fue que la brisa venía desde los animales hacia mi persona y no al contrario. Mi olor se llevó hacia otro lado.
En Costa Rica hay seis carnívoros adicionales de la misma familia de los tolomucos. La familia se llama Mustelidae, sus nombres son la comadreja, el grisón, tres especies de zorros hediondos, y la nutria. Hay familiares en casi todo el mundo, alrededor de 65 especies. Los mustélidos son rudos y feroces y no les da miedo atacar un animal más grande que ellos mismos. Por ejemplo, hay reportes de ataques a animales tan grandes como monos capuchinos cariblancos y cabritos de monte. Son carnívoros, pero también comen algunas frutas inclusive guayaba, jobo, fruta de palma y más. Les encanta el plátano, hasta que las cortan verde y las esconden un tiempo hasta que se maduran. Entonces los sacan del escondite y se los comen.
Las fotos que tengo de tolomucos son de cámaras trampa. Cuando el animal pasa cerca, la cámara captura la foto y el animal no se da cuenta. Con la mayor parte de las especies cuesta mucho distinguir una individual de otra. He comentado a veces que es muy divertido captar fotos de manigordos debido a que las pintas son distintas y así puede saber cuál es cual. Los tolomucos de Costa Rica son negros, pero muchos de ellos tienen una pequeña mancha blanca entre el pecho y el cuello. Estas manchas son únicas, o sea que cada una tiene una forma distinta y así se puede distinguir entre las individuales.
Nuestra zona de Costa Rica es muy especial con una gran biodiversidad. El tolomuco es uno de mis favoritos.
- White heart on the chest is unique and can be used for identification of individuals.
Por Jack Ewing