Vivimos en LA TIERRA DE PARQUES GRANDES Y HOTELES PEQUEÑOS. En la Foto Boca Barú, Dominical de Osa.

Por Jack Ewing

Desde la primera vez que vine a la zona sur en 1972 he escuchado quejas de que el gobierno central no nos toma en cuenta y que nos tiene en abandono y que por eso la zona no se ha desarrollado como en otras partes. A primera vista parece que esto ha perjudicado la zona, pero en realidad ha resultado en parte una gran ventaja. En lugar de un desarrollo descontrolado que se ha experimentado en otras partes, nosotros contamos con una belleza natural que atrae ecoturistas de todo el mundo. Desde paramo hasta playa tropical, ballenas hasta dantas, lapas y tucanes hasta quetzales. Aquí mismo, en la zona donde vivimos, más de la mitad del territorio se encuentra en un estado natural.

La lista de áreas protegidas es impresionante. Hay nueve parques nacionales, cuatro reservas forestales, dos reservas de la biósfera de UNESCO, muchísimas reservas nacionales de vida silvestre y ocho corredores biológicos que forman conexiones entre todo lo anterior. Todas las reservas conectadas forman un gran aro verde alrededor del territorio, que contiene la mayoría de la biodiversidad del país.

Hagamos un vuelo imaginario empezando en la frontera con Panamá y volamos hacia el norte sobre la cordillera de Talamanca. Al inicio nos encontramos encima del Parque International La Amistad y la Reserva de la Biósfera La Amistad. Seguimos hasta que llegamos a la Reserva Forestal Rio Macho, y el Parque Nacional Chirripó seguido por el Parque Nacional los Quetzales y después Parque Nacional Tapanti-Macizo de la Muerte. La mayor parte del vuelo hasta este punto ha pasado sobre paramo mucho de lo cual queda a más de 3000 metros de altitud. De ahí empezamos a bajar por la Reserva Forestal Los Santos sobre el río Savegre, pasamos por bosque nuboso y bosque premontano hasta la unión del río División con el Savegre. El otro lado del río empieza el Corredor Biológico Paso de la Danta con bosque húmedo tropical, y pronto llegamos a los manglares del Rio Savegre. Si hacemos un pequeño desvió hacia el norte sobre el Corredor Biológico Rio Naranjo llegamos al Parque Nacional Manuel Antonio. Regresando a la boca del Savegre seguimos sobre la costa por el Paso de la Danta hasta el Parque Nacional Marino Ballena, los Manglares de Sierpe Térraba, el Parque Nacional Corcovado, el Corredor Biológico de Osa y el Parque Nacional Piedras Blancas y últimamente el Parque Nacional de Fauna Silvestre Golfito. Finalmente, dos corredores, Fila Languisiana y Fuente de Vida La Amistad completan el aro verde hasta el Parque Internacional La Amistad. Varios otros corredores biológicos pequeños conectan reservas pequeñas a las reservas grandes. No existen medidas exactas, pero después de ver bien el mapa calculo que alrededor de 60% de la zona sur se encuentra en alguna área protegida o corredor biológico. Esto es el tesoro verde que tenemos en la zona sur. Es una atracción turística increíble y si lo cuidamos y lo explotamos con inteligencia, cuidado y no lo dañamos, puede convertirse en el ganso que pone los huevos de oro.


En la Zona Sur, más de la mitad del territorio se encuentra en un estado natural. Hay nueve parques nacionales, cuatro reservas forestales, dos reservas de la biósfera de UNESCO, muchísimas reservas nacionales de vida silvestre y ocho corredores biológicos que forman conexiones entre todo lo anterior. Todas las reservas conectadas forman un gran aro verde alrededor del territorio, que contiene la mayoría de la biodiversidad del país.

Hay otra cosa muy bonita de esta zona que no aparenta ser un atractivo, pero que es algo que buscan muchos turistas y no lo encuentran muy a menudo en otras partes del país. Es bonito entrar a un negocio pequeño y ser atendido por el dueño o algún familiar, preguntar por familia, y conversar un rato. Aquí los negocios son pequeños y muchos de los dueños son también administradores. Aquí el turista extranjero no encuentra hoteles enormes como el Hilton, Barceló, Marriott, o Riu. Hay muy pocos hoteles con 50 habitaciones y creo que no hay ninguno con 100 habitaciones. Hay mucha variedad desde cabinitas humildes hasta resorts que ofrecen grandes lujos que pueden satisfacer un rey. Hay hoteles de montaña y de playa. Hay turismo rural y comunitario. Pero la gran mayoría del hospedaje de la zona sur está orientado hacia la naturaleza. Un turista ecológico puede visitar la zona sur y aquí encontrará casi todo. No tiene que visitar a ninguna otra parte del país. Y los turistas ecológicos, por su naturaleza, adoran la atención personal de los hoteles, B y B, albergues, y hoteles pequeños y especialmente la amabilidad de los ticos. Todo esto es igual de importante para los turistas ecológicos que el tesoro verde. Más bien tenemos dos tesoros y tenemos que apreciarlos y cuidarlos.

Vivimos en LA TIERRA DE PARQUES GRANDES Y HOTELES PEQUEÑOS.


La gran mayoría del hospedaje de la zona sur está orientado hacia la naturaleza. Hacienda Barú Lodge se ubica en La Guapil de Quepos, en medio del bosque. El Eco Lodge está rodeado por el Refugio Nacional de Vida Silvestre Barú, que conserva 330 hectáreas (815 acres) de selva tropical, manglares, humedales, riberas y playas. Hacienda Baru lleva más de 30 años dirigido al turismo ecológico y observación de aves en Costa Rica.

La Tierra de Parques Grandes y Hoteles Pequeños

6 junio, 2019 9:55 pm

Vivimos en LA TIERRA DE PARQUES GRANDES Y HOTELES PEQUEÑOS. En la Foto Boca Barú, Dominical de Osa.

Por Jack Ewing

Desde la primera vez que vine a la zona sur en 1972 he escuchado quejas de que el gobierno central no nos toma en cuenta y que nos tiene en abandono y que por eso la zona no se ha desarrollado como en otras partes. A primera vista parece que esto ha perjudicado la zona, pero en realidad ha resultado en parte una gran ventaja. En lugar de un desarrollo descontrolado que se ha experimentado en otras partes, nosotros contamos con una belleza natural que atrae ecoturistas de todo el mundo. Desde paramo hasta playa tropical, ballenas hasta dantas, lapas y tucanes hasta quetzales. Aquí mismo, en la zona donde vivimos, más de la mitad del territorio se encuentra en un estado natural.

La lista de áreas protegidas es impresionante. Hay nueve parques nacionales, cuatro reservas forestales, dos reservas de la biósfera de UNESCO, muchísimas reservas nacionales de vida silvestre y ocho corredores biológicos que forman conexiones entre todo lo anterior. Todas las reservas conectadas forman un gran aro verde alrededor del territorio, que contiene la mayoría de la biodiversidad del país.

Hagamos un vuelo imaginario empezando en la frontera con Panamá y volamos hacia el norte sobre la cordillera de Talamanca. Al inicio nos encontramos encima del Parque International La Amistad y la Reserva de la Biósfera La Amistad. Seguimos hasta que llegamos a la Reserva Forestal Rio Macho, y el Parque Nacional Chirripó seguido por el Parque Nacional los Quetzales y después Parque Nacional Tapanti-Macizo de la Muerte. La mayor parte del vuelo hasta este punto ha pasado sobre paramo mucho de lo cual queda a más de 3000 metros de altitud. De ahí empezamos a bajar por la Reserva Forestal Los Santos sobre el río Savegre, pasamos por bosque nuboso y bosque premontano hasta la unión del río División con el Savegre. El otro lado del río empieza el Corredor Biológico Paso de la Danta con bosque húmedo tropical, y pronto llegamos a los manglares del Rio Savegre. Si hacemos un pequeño desvió hacia el norte sobre el Corredor Biológico Rio Naranjo llegamos al Parque Nacional Manuel Antonio. Regresando a la boca del Savegre seguimos sobre la costa por el Paso de la Danta hasta el Parque Nacional Marino Ballena, los Manglares de Sierpe Térraba, el Parque Nacional Corcovado, el Corredor Biológico de Osa y el Parque Nacional Piedras Blancas y últimamente el Parque Nacional de Fauna Silvestre Golfito. Finalmente, dos corredores, Fila Languisiana y Fuente de Vida La Amistad completan el aro verde hasta el Parque Internacional La Amistad. Varios otros corredores biológicos pequeños conectan reservas pequeñas a las reservas grandes. No existen medidas exactas, pero después de ver bien el mapa calculo que alrededor de 60% de la zona sur se encuentra en alguna área protegida o corredor biológico. Esto es el tesoro verde que tenemos en la zona sur. Es una atracción turística increíble y si lo cuidamos y lo explotamos con inteligencia, cuidado y no lo dañamos, puede convertirse en el ganso que pone los huevos de oro.


En la Zona Sur, más de la mitad del territorio se encuentra en un estado natural. Hay nueve parques nacionales, cuatro reservas forestales, dos reservas de la biósfera de UNESCO, muchísimas reservas nacionales de vida silvestre y ocho corredores biológicos que forman conexiones entre todo lo anterior. Todas las reservas conectadas forman un gran aro verde alrededor del territorio, que contiene la mayoría de la biodiversidad del país.

Hay otra cosa muy bonita de esta zona que no aparenta ser un atractivo, pero que es algo que buscan muchos turistas y no lo encuentran muy a menudo en otras partes del país. Es bonito entrar a un negocio pequeño y ser atendido por el dueño o algún familiar, preguntar por familia, y conversar un rato. Aquí los negocios son pequeños y muchos de los dueños son también administradores. Aquí el turista extranjero no encuentra hoteles enormes como el Hilton, Barceló, Marriott, o Riu. Hay muy pocos hoteles con 50 habitaciones y creo que no hay ninguno con 100 habitaciones. Hay mucha variedad desde cabinitas humildes hasta resorts que ofrecen grandes lujos que pueden satisfacer un rey. Hay hoteles de montaña y de playa. Hay turismo rural y comunitario. Pero la gran mayoría del hospedaje de la zona sur está orientado hacia la naturaleza. Un turista ecológico puede visitar la zona sur y aquí encontrará casi todo. No tiene que visitar a ninguna otra parte del país. Y los turistas ecológicos, por su naturaleza, adoran la atención personal de los hoteles, B y B, albergues, y hoteles pequeños y especialmente la amabilidad de los ticos. Todo esto es igual de importante para los turistas ecológicos que el tesoro verde. Más bien tenemos dos tesoros y tenemos que apreciarlos y cuidarlos.

Vivimos en LA TIERRA DE PARQUES GRANDES Y HOTELES PEQUEÑOS.


La gran mayoría del hospedaje de la zona sur está orientado hacia la naturaleza. Hacienda Barú Lodge se ubica en La Guapil de Quepos, en medio del bosque. El Eco Lodge está rodeado por el Refugio Nacional de Vida Silvestre Barú, que conserva 330 hectáreas (815 acres) de selva tropical, manglares, humedales, riberas y playas. Hacienda Baru lleva más de 30 años dirigido al turismo ecológico y observación de aves en Costa Rica.

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