LOS HIJOS DEL MANGLAR…

Por Uriel Rojas R.

Piangüa
El cantón de Osa desarrolla una serie de actividades socioproductivas que sirven como fuentes de ingreso a las familias de esta región. Pero una de las más particulares y menos conocidas por la sociedad nacional es el piangueo.
Se le llama así al proceso de extracción de la piangüa de los lodazales del manglar para ser vendido a los intermediarios de la zona que luego lo comercializan a nivel local o lo distribuyen al resto del país. Es una práctica que no genera grandes dividendos al pianguero pero se convierte en una de las fuentes para el sostén económico de las familias que habitan lugares como Boca Coronado, Boca Brava, Boca Chica, Boca Zacate y Boca Guarumal. Otros lugares de bastantes piangüeros son Ajuntaderas, Cantarrana y Boca Brujo, los cuales forman parte de estos poblados del manglar.
El salario de un piangϋero depender de su suerte, y de lo que pague el intermediario. Hay jornadas buenas, otras regulares y hasta muy malas, en las que los piangüeros no sacan ni para disimular, son días difíciles con las cuales ya se han tenido que acostumbrar, pues las fuentes de trabajo en esta zona son casi nulas.
Una piangua es una especie de molusco que pertenece a los bivalvos, son realmente dos especies diferentes, la llamada piangüa hembra (Anadara tuberculosa) y la piangüa macho (Anadara similis); a pesar que son conocidas como macho y hembra, ambas tienen los dos sexos. Estos viven en los bosques de manglar y se le conoce con otros nombres como: concha negra, curil, chucheca, pata de mula y concha prieta, entre otros.
LAS HERRAMIENTAS DEL PIANGUERO
Aparte de la esperanza y su valentía, son muy pocas o casi ninguna las herramientas que carga el pianguero. Cuando el mar está llenando, (marea alta) los piangüeros curan sus botes o panguillas y lavan los sacos que usarán durante la jornada.
Cumplen preparativos más rápidos que los pescadores artesanales, ya que solo utilizan botas de hule, un saco, sus canaletes y casi nadie usa guantes ya que esto le dificulta su efectividad de identificar la concha que contiene la piangua. Su trabajo se basa en la experiencia y el conocimiento del espacio que recorren. Saben donde hay piangüas y donde no. Tienen dominado el manglar.
Sin embargo al piangϋero en la actualidad le toca “madrugar” mucho y caminar más. En el pasado los vecinos recuerdan que en cualquier lugar se encontraba un “banco de piangüas” que le deparaba una buena jornada.
Meten sus manos entre el barro y buscan las conchitas de piangüa. Es una acción peligrosa y muy dolorosa porque sus dedos al final de la jornada muestran heridas que le provocan las raíces y plantas filosas que se encuentran en medio del humedal.
FAMILIAS ENTERAS PARTICIPAN DE ESTA ACTIVIDAD

Los piangueros se untan barro en el cuerpo para dificultar las picaduras de zancudos y mosquitos.
La necesidad y la escasez de piangüas obligan a toda la familia a dedicarse en exclusiva a esta actividad. Los niños y niñas combinan sus clases de primaria con la extracción de piangüas y cuando salen de la escuela deben abandonar su pueblo si quieren seguir estudiando. La mayoría de ellos buscan Sierpe, Cortés o Palmar.
Piangüar es un trabajo muy difícil, hay que recorrer muchos tramos del manglar en busca de este molusco, las cuales deben cumplir con ciertos requisitos como por ejemplo, la conchita ha de medir el tamaño que exige la ley.
Ya en el campo, existen varias plagas que atacan a los piangüeros, entre estos los zancudos que les complica su actividad.
Sin embargo, los vecinos usan recursos de defensa ante estos insectos los cuales son a veces poco efectivos, tal como untarse barro en su cuerpo para dificultar las picaduras.
Estos poblados se han convertido en los hijos del manglar, muchas personas que hoy son adultas nacieron ahí, donde el piangueo es el trabajo que les da de comer.