MAMEY DE CHÁNGUENA un pueblo rural que lucha por no desaparecer

La comunidad de Mamey es un pequeño poblado rural situado al SE dentro del Territorio Indígena de Rey Curré.
Para su acceso se ingresa por Las Vegas de Chánguena o por Paso Real, siguiendo hacia Chánguena, bajando al cruce de Zapotal. En la actualidad, unas seis familias incompletas viven en este lugar.
El origen del nombre se debe a un árbol cuyo fruto tiene un sabor dulce y posee una semilla áspera color café.
Breve reseña histórica
Los primeros pobladores de Mamey vivieron a orillas del río Mamey y sus primeras familias llegaron por el año 1950 tales como don Abelardo Mavisca, Leandro Sossa, José Ángel Caballero, Jesús Coronado, Aquilino Morales, Ramón Vargas Quirós, Alberto González, Félix Gamboa, Amparo Garbanzo, entre otros.

Entre los años 1970 – 1985, este lugar tuvo una oleada de inmigrantes que llegaron atraídos por las buenas y abundantes tierras, su ausencia de tributos municipales y buena agua que existía en el lugar.
Sin embargo, a mediados de 1990 fueron abandonando la zona y se fueron quedando algunas pocas familias tales como los de Carlos Samudio, Federico Samudio, Arnulfo Barboza y más recientemente Oscar Barboza.
Ya para el 2000 casi la totalidad de estas familias abandonaron los Bajos de Mamey y actualmente solo habitan la familia de don Nazario Gamboa, Margarita González, Fabio González, Juana González y Lidier González entre otros.
Su primera escuela: Fue construida en 1968. Era un rancho de palma con paredes de madera, en un lote donado por don José Ángel Caballero Cordero a medias con la Municipalidad de Buenos Aires. Quedaba cerca de la casa de don Abelardo Mavisca y de Leandro Sossa.
Su primer maestro fue don Francisco Dávila Araya y posteriormente estuvo Norberto Quesada, Noel Saldaña y un señor que se llamaba Jorge.
Los efectos del Huracán Juana en 1988 dañaron parcialmente el lote en donde se encontraba la escuela y fue necesario reubicarla.
Su segunda escuela: Se construyó en 1990 en la parte alta del poblado cerca de la casa de don José Ángel Caballero, en un lote que lo compró la Municipalidad de Buenos Aires para reubicar la escuela y la plaza.
Esta escuela tiene un panel solar debido a que en este pequeño poblado no hay servicio público de electricidad.

El agua se traslada desde una naciente a través de tuberías.
Actividades socio productivas: Las familias de Mamey aún se dedican a la agricultura, siembran frijoles que luego venden en Chánguena además de tiquizque, ñampí y ayote, en menores proporciones.
Algunas propietarios ausentistas tienen pequeños hatos de ganado bovino al cuido de peones de la finca.
Riesgos y amenazas: Su aislada ubicación geográfica con respecto a Buenos Aires o Palmar se acrecentó con el paso de los huracanes y tormentas que han dejado a su paso la destrucción de caminos y puentes, dificultando aún más el traslado de los productos al casi ausente mercado local.
El abandono estatal al sector agrícola los ha convertido en familias que trabajan y producen en parte solo para su autoconsumo y cuando les va bien con sus cosechas, venden sus excedentes a una bodega de granos que se ubica en Chánguena.
Muchos de ellos se fueron para Estados Unidos y Canadá tras el sueño americano.
Para atender sus malestares de salud, visitan los hospitales de Buenos Aires o Pérez Zeledón.