Uriel Rojas

Representa a esa mujer de campo que es trabajadora, honrada, valiente y luchadora. Le ha tocado lidiar en su vida con muchos obstáculos los cuales ha sabido superar.

Nació un 12 de diciembre de 1979 en la humilde comunidad de Villa Hermosa de Buenos Aires, al calor de un hogar formado por una campesina y un indígena, quienes, criaron 8 hijos, de los cuales, ella es la sétima de todos.

Su educación primaria la realizó en la escuelita de su pueblo natal, Villa Hermosa y para llevar adelante su secundaria tuvo que trasladarse a Buenos Aires de Puntarenas, en el Colegio Técnico del cantón.

Sus estudios universitarios lo llevaron adelante siendo una madre joven, situación que le obligó a tocar puertas para trabajar y seguir estudiando por el bien de su hija.

Inició su carrera como técnico en farmacia gracias a una beca de la Caja Costarricense de Seguro Social y años más tarde ingresó a la carrera de Educación en I y II ciclos para continuar sus estudios superiores hasta alcanzar el grado de Maestría Profesional en Administración Educativa.

Estudió incluso, una tercera área educativa en secundaria para ejercer su profesión en diferentes instituciones en un futuro.

Es de origen indígena por parte de su padre y actualmente se desempeña como directora de un centro educativo de secundaria en el territorio indígena bribri de Cabagra, y ya tiene 17 años de ser docente en diferentes Centro Educativos de la provincia de Puntarenas.

Es mujer, madre, esposa, campesina y profesional, profesa los valores y principios cristianos, que según indica le han ayudado a ser fuerte en cada tempestad de la vida y que por lo tanto sigue creyendo en Dios.

Desde que tengo el honor de conocer a doña Sonia Rojas Méndez, siempre me ha llamado la atención su vocación por la educación, el amor por la gente de a pie, por los jóvenes, esa voluntad por servir en lo que pueda a los demás.

Su profesión de docente lo implementa con el ejemplo, consciente que, a través de la educación se forja buena parte de las potencialidades productivas de un país, pero también la futura aptitud de nuestra gente para la convivencia cotidiana.

Esta valerosa mujer, que a sus 41 años se caracteriza además por brindar apoyo comunal y atención humanitaria a las comunidades alejadas cuando así lo han requerido. Su nombre es: Sonia Rojas Méndez.

EJEMPLO DE UNA MUJER LUCHADORA

4 febrero, 2022 9:02 am

Uriel Rojas

Representa a esa mujer de campo que es trabajadora, honrada, valiente y luchadora. Le ha tocado lidiar en su vida con muchos obstáculos los cuales ha sabido superar.

Nació un 12 de diciembre de 1979 en la humilde comunidad de Villa Hermosa de Buenos Aires, al calor de un hogar formado por una campesina y un indígena, quienes, criaron 8 hijos, de los cuales, ella es la sétima de todos.

Su educación primaria la realizó en la escuelita de su pueblo natal, Villa Hermosa y para llevar adelante su secundaria tuvo que trasladarse a Buenos Aires de Puntarenas, en el Colegio Técnico del cantón.

Sus estudios universitarios lo llevaron adelante siendo una madre joven, situación que le obligó a tocar puertas para trabajar y seguir estudiando por el bien de su hija.

Inició su carrera como técnico en farmacia gracias a una beca de la Caja Costarricense de Seguro Social y años más tarde ingresó a la carrera de Educación en I y II ciclos para continuar sus estudios superiores hasta alcanzar el grado de Maestría Profesional en Administración Educativa.

Estudió incluso, una tercera área educativa en secundaria para ejercer su profesión en diferentes instituciones en un futuro.

Es de origen indígena por parte de su padre y actualmente se desempeña como directora de un centro educativo de secundaria en el territorio indígena bribri de Cabagra, y ya tiene 17 años de ser docente en diferentes Centro Educativos de la provincia de Puntarenas.

Es mujer, madre, esposa, campesina y profesional, profesa los valores y principios cristianos, que según indica le han ayudado a ser fuerte en cada tempestad de la vida y que por lo tanto sigue creyendo en Dios.

Desde que tengo el honor de conocer a doña Sonia Rojas Méndez, siempre me ha llamado la atención su vocación por la educación, el amor por la gente de a pie, por los jóvenes, esa voluntad por servir en lo que pueda a los demás.

Su profesión de docente lo implementa con el ejemplo, consciente que, a través de la educación se forja buena parte de las potencialidades productivas de un país, pero también la futura aptitud de nuestra gente para la convivencia cotidiana.

Esta valerosa mujer, que a sus 41 años se caracteriza además por brindar apoyo comunal y atención humanitaria a las comunidades alejadas cuando así lo han requerido. Su nombre es: Sonia Rojas Méndez.

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