LICDA TATIANA UMAÑA. Docente. Especialista en Primera Infancia y Manejo Conductual

A muchos de los que tenemos el gusto de convivir con niños y niñas en casa, nos ha sucedido que antes de terminar el día, cuando estas a punto de apagar las luces, una vocecita te sorprende con un “¿me lees un cuento?”. Exploremos un poco más allá de la inocente demanda de nuestros pequeños, cuando un niño o niña te pide un cuento es porque todo su ser esta hambriento de conocimiento y dispuesto a devorarse el mundo del saber.

El ser humano desde su infancia anhela conocer el mundo que le rodea y construir imágenes de otros mundos que le son ajenos, en esta necesidad se fundamenta la personalidad curiosa y exploratoria de los niños y niñas, esa voz que solicita “¿me lees un cuento?” nace de un cerebro imaginativo, creador, social y comunicativo, y la lectura es el platillo perfecto para nutrir todo ese potencial, favoreciendo la construcción de grandes y fundamentales destrezas para un exitoso desarrollo cognitivo, social y emocional.

Las funciones de la literatura infantil entran en interacción con el cerebro humano de forma immediata, una vez que se está en contacto con un libro.

Para que conozcamos las más relevantes de estas funciones, a continuación las describo con mayor detalle:

Función comunicativa y lingüística

 Por medio de la escucha, la interpretación y el habla (comunicación) se desarrolla la consciencia de la lengua oral, se nutre el vocabulario y la habilidad de expresar sus experiencias, ideas y emociones. La literatura ofrece con su amplio bagaje de expresiones, la oportunidad de representar con palabras los elementos del entorno y sus vivencias.

Función Cognitiva

El contacto visual y la familiarización que los niños y niñas hacen con la representación gráfica de las letras y próximamente de las palabras, serán la base para un exitoso proceso de lectoescritura. Favorece habilidades cognitivas como la atención, análisis, crítica e interpretación.

Función estética y creadora

 A través de las imágenes permite al niño y la niña conocer la representación visual de los elementos del entorno y construir con el uso de su imaginación la representación en su mente de mundos y elementos que les son desconocidos. Las expresiones y la descripción de ambientes y personajes les ponen en contacto con lo atractivo de la creación.

Función socializadora

Le permite reconocer sus emociones y las de los demás, generando empatía, construye un vínculo afectivo entre el niño o niña y el adulto lector y enseña valores importantes para las relaciones interpersonales.

¡Cuantos beneficios! Pero ahora bien, para quienes se preguntan cómo aprovecharlos y cuáles serán los libros adecuados para leer a nuestros niños y niñas; lo primero que se debe tomar en cuenta antes de leerles es el ambiente; este espacio debe ser tranquilo y acogedor, debe generar disfrute tanto al adulto como a los niños y niñas para que favorezcan las conexiones afectivas, debe incluir risas y abrazos, de esta manera los pequeños cerebritos de casa, en una forma inconsciente asociarán que leer y aprender son actividades que producen bienestar, favoreciendo que más adelante no se relacione la lectura con un hecho aburrido y desmotivante.

Además, es muy importante involucrar a los niños y niñas en la selección de las lecturas, identifiquemos sus intereses y características para ofrecer lecturas que llamen su atención, asegurémonos de que entienda las palabras y expresiones y expliquemos aquellas que desconozca.

Hagamos de la lectura un hábito constante y no un evento aislado, antes de salir de su habitación motive al niño o niña a expresar lo que aprendió, lo que le gustó y lo que piensa sobre la lectura.

La literatura es un valioso recurso para el desarrollo infantil y vale la pena hacer una pausa antes de apagar las luces, ofrecer cinco minutos más para visitar mundos de mágicos colores que se esconden entre páginas y letras. ¡A leer!

¿Qué tal un cuento antes de dormir?

29 julio, 2020 10:47 am

 

LICDA TATIANA UMAÑA. Docente. Especialista en Primera Infancia y Manejo Conductual

A muchos de los que tenemos el gusto de convivir con niños y niñas en casa, nos ha sucedido que antes de terminar el día, cuando estas a punto de apagar las luces, una vocecita te sorprende con un “¿me lees un cuento?”. Exploremos un poco más allá de la inocente demanda de nuestros pequeños, cuando un niño o niña te pide un cuento es porque todo su ser esta hambriento de conocimiento y dispuesto a devorarse el mundo del saber.

El ser humano desde su infancia anhela conocer el mundo que le rodea y construir imágenes de otros mundos que le son ajenos, en esta necesidad se fundamenta la personalidad curiosa y exploratoria de los niños y niñas, esa voz que solicita “¿me lees un cuento?” nace de un cerebro imaginativo, creador, social y comunicativo, y la lectura es el platillo perfecto para nutrir todo ese potencial, favoreciendo la construcción de grandes y fundamentales destrezas para un exitoso desarrollo cognitivo, social y emocional.

Las funciones de la literatura infantil entran en interacción con el cerebro humano de forma immediata, una vez que se está en contacto con un libro.

Para que conozcamos las más relevantes de estas funciones, a continuación las describo con mayor detalle:

Función comunicativa y lingüística

 Por medio de la escucha, la interpretación y el habla (comunicación) se desarrolla la consciencia de la lengua oral, se nutre el vocabulario y la habilidad de expresar sus experiencias, ideas y emociones. La literatura ofrece con su amplio bagaje de expresiones, la oportunidad de representar con palabras los elementos del entorno y sus vivencias.

Función Cognitiva

El contacto visual y la familiarización que los niños y niñas hacen con la representación gráfica de las letras y próximamente de las palabras, serán la base para un exitoso proceso de lectoescritura. Favorece habilidades cognitivas como la atención, análisis, crítica e interpretación.

Función estética y creadora

 A través de las imágenes permite al niño y la niña conocer la representación visual de los elementos del entorno y construir con el uso de su imaginación la representación en su mente de mundos y elementos que les son desconocidos. Las expresiones y la descripción de ambientes y personajes les ponen en contacto con lo atractivo de la creación.

Función socializadora

Le permite reconocer sus emociones y las de los demás, generando empatía, construye un vínculo afectivo entre el niño o niña y el adulto lector y enseña valores importantes para las relaciones interpersonales.

¡Cuantos beneficios! Pero ahora bien, para quienes se preguntan cómo aprovecharlos y cuáles serán los libros adecuados para leer a nuestros niños y niñas; lo primero que se debe tomar en cuenta antes de leerles es el ambiente; este espacio debe ser tranquilo y acogedor, debe generar disfrute tanto al adulto como a los niños y niñas para que favorezcan las conexiones afectivas, debe incluir risas y abrazos, de esta manera los pequeños cerebritos de casa, en una forma inconsciente asociarán que leer y aprender son actividades que producen bienestar, favoreciendo que más adelante no se relacione la lectura con un hecho aburrido y desmotivante.

Además, es muy importante involucrar a los niños y niñas en la selección de las lecturas, identifiquemos sus intereses y características para ofrecer lecturas que llamen su atención, asegurémonos de que entienda las palabras y expresiones y expliquemos aquellas que desconozca.

Hagamos de la lectura un hábito constante y no un evento aislado, antes de salir de su habitación motive al niño o niña a expresar lo que aprendió, lo que le gustó y lo que piensa sobre la lectura.

La literatura es un valioso recurso para el desarrollo infantil y vale la pena hacer una pausa antes de apagar las luces, ofrecer cinco minutos más para visitar mundos de mágicos colores que se esconden entre páginas y letras. ¡A leer!