Por Jack Ewing

Se descubren nuevas especies de insectos tan frecuentemente  que se considera como algo común y corriente. Igual con las plantas. Nuevas especies  de reptiles y anfibios  aparecen casi todos los años y aves de vez en cuando. Pero poder mirar una nueva especie de mamífero en Costa Rica es una gran noticia. En el año 2016, el biólogo Jan Shipper en los bosques de Talamanca, a 1493 metros sobre el nivel del mar, capturó un video, con una cámara trampa, de un par de Perros de Monte (Speothos venaticus), familia de los caninos. Antes del video existían reportes de varios avistamientos no confirmados en la Península de Osa, pero ninguna confirmación fotográfica. El video de Shipper fue tomado en la elevación más alta donde se había detectado la presencia de perros de monte. Un par de años más tarde, el Dr. Mike Mooring, de la Talamanca Large Mammal Survey, capturó fotos de varios grupos de estos caninos en una elevación de 2086 mt. Es un gran orgullo para la zona sur que la presencia de este facinante mamífero fuera confirmada en nuestra región.

Es posible que los perros de monte hayan estado presentes en Costa Rica por mucho tiempo, pero que nunca hayan sido detectados. Sin embargo, Shipper tenía 12 años de trabajar con cámaras trampa en la región de Talamanca antes de ese primer video y no había detectado ni uno solo. Parece probable que estén migrando a partes remotas de Costa Rica desde Panamá y se estén adaptando a elevaciones más altas donde hay menos intervención humana. Aunque se sabe que existen en todos los países entre Panamá y el norte de Argentina, y en muchos hábitats diferentes, incluyendo manglares, bosques anegados, sabanas, bosques secundarios y bosques primarios, los avistamientos son escasos y poco se sabe sobre estos fascinantes carnívoros.

Hace muchos años el señor Peter Wilhelm Lund descubrió fósiles de Speothos venaticus en unas cuevas en Brasil; la especie fue clasificada y nombrada. Se pensaba que estaba extinta. Hoy sabemos que no están extintos y que se encuentran en muchos lugares. Sin embargo, los avistamientos son pocos y casi no existe investigación, principalmente debido a la dificultad de localizarlos y estudiarlos. Gran parte del conocimiento disponible sobre sus hábitos es anecdótico o proviene de la observación de los animales del zoológico cuyo comportamiento puede ser muy diferente al de los animales salvajes.

Los perros de monte exudan un fuerte olor similar al vinagre y esto da lugar al apodo de “perro vinagre”. El olor, que posiblemente es de los orines, es aparentemente muy distintivo ya que el mismo apodo aparece en tres idiomas entre todos los países donde vive la especie. Han sido descritos como un poco más grande que un pizote. Los animales salvajes pesan alrededor de 8 kilos y miden aproximadamente 30 cm de alto del hombro. El cuerpo es largo y la cola corta. El pelo es de color marrón-rojizo a negro, siendo más claro en la cabeza y la espalda y negro en la cola. Los perros vinagre tienen patas palmeadas y son excelentes nadadores.

Son carnívoros y la mayor parte de la caza se realiza en manadas que les permite someter a especies más grandes que ellos mismos, incluyendo tepescuintles, armadillos, y saínos. Incluso hay un informe de un grupo de perros de monte acosando a una danta. De seis a diez individuos que consisten en una pareja alfa y un número de aparentes familiares forman la manada. Solo la pareja alfa se aparea y reproduce, y todo el grupo cuida las crías. Según estudios de animales del zoológico, la hembra alfa usa hormonas para evitar que otras hembras entren en celo. En cautiverio, se han registrado camadas de hasta 10 cachorros, pero en la naturaleza el número suele ser de cuatro o cinco. Igual como los perros domésticos, los recién nacidos son ciegos e indefensos. Los troncos huecos y las madrigueras hechas por otros animales, como armadillos y tepescuintles, sirven como guaridas.

Con suerte, los perros vinagres encontrarán su nicho en Costa Rica, permanecerán aquí permanentemente y ampliarán su territorio. Han demostrado una gran adaptabilidad al vivir en diferentes hábitats y climas en diferentes elevaciones. Incluso es posible que puedan migrar hasta el Corredor Biológico Paso de la Danta que conecta a la Reserva Los Santos y el río Savegre hasta el Río Térraba. Hay un corredor forestal continuo desde el Parque Internacional la Amistad, cerca de la frontera con Panamá, hasta la Reserva Forestal Los Santos pasando por PN Chirripo, Reserva Forestal Rio Macho, PN Tapanti-Macizo de la Muerte, PN Los Quetzales. Significaría migrar a elevaciones aún más altas que las documentadas previamente, pero la adaptabilidad es uno de los puntos fuertes de Speothos venaticus.

Quisiera agradecer al Dr. Mike Mooring de la Talamanca Large Mammal Survey, patrocinado por el Quetzal Research Center, por todas las fotos de la cámara trampa y una gran cantidad de información. Las otras fotos fueron tomadas de los sitios web de varios zoológicos que exhiben perros salvajes.

Un nuevo mamífero para Costa Rica: El Perro de Monte Aparece en la Zona Sur

18 mayo, 2019 1:56 pm

Por Jack Ewing

Se descubren nuevas especies de insectos tan frecuentemente  que se considera como algo común y corriente. Igual con las plantas. Nuevas especies  de reptiles y anfibios  aparecen casi todos los años y aves de vez en cuando. Pero poder mirar una nueva especie de mamífero en Costa Rica es una gran noticia. En el año 2016, el biólogo Jan Shipper en los bosques de Talamanca, a 1493 metros sobre el nivel del mar, capturó un video, con una cámara trampa, de un par de Perros de Monte (Speothos venaticus), familia de los caninos. Antes del video existían reportes de varios avistamientos no confirmados en la Península de Osa, pero ninguna confirmación fotográfica. El video de Shipper fue tomado en la elevación más alta donde se había detectado la presencia de perros de monte. Un par de años más tarde, el Dr. Mike Mooring, de la Talamanca Large Mammal Survey, capturó fotos de varios grupos de estos caninos en una elevación de 2086 mt. Es un gran orgullo para la zona sur que la presencia de este facinante mamífero fuera confirmada en nuestra región.

Es posible que los perros de monte hayan estado presentes en Costa Rica por mucho tiempo, pero que nunca hayan sido detectados. Sin embargo, Shipper tenía 12 años de trabajar con cámaras trampa en la región de Talamanca antes de ese primer video y no había detectado ni uno solo. Parece probable que estén migrando a partes remotas de Costa Rica desde Panamá y se estén adaptando a elevaciones más altas donde hay menos intervención humana. Aunque se sabe que existen en todos los países entre Panamá y el norte de Argentina, y en muchos hábitats diferentes, incluyendo manglares, bosques anegados, sabanas, bosques secundarios y bosques primarios, los avistamientos son escasos y poco se sabe sobre estos fascinantes carnívoros.

Hace muchos años el señor Peter Wilhelm Lund descubrió fósiles de Speothos venaticus en unas cuevas en Brasil; la especie fue clasificada y nombrada. Se pensaba que estaba extinta. Hoy sabemos que no están extintos y que se encuentran en muchos lugares. Sin embargo, los avistamientos son pocos y casi no existe investigación, principalmente debido a la dificultad de localizarlos y estudiarlos. Gran parte del conocimiento disponible sobre sus hábitos es anecdótico o proviene de la observación de los animales del zoológico cuyo comportamiento puede ser muy diferente al de los animales salvajes.

Los perros de monte exudan un fuerte olor similar al vinagre y esto da lugar al apodo de “perro vinagre”. El olor, que posiblemente es de los orines, es aparentemente muy distintivo ya que el mismo apodo aparece en tres idiomas entre todos los países donde vive la especie. Han sido descritos como un poco más grande que un pizote. Los animales salvajes pesan alrededor de 8 kilos y miden aproximadamente 30 cm de alto del hombro. El cuerpo es largo y la cola corta. El pelo es de color marrón-rojizo a negro, siendo más claro en la cabeza y la espalda y negro en la cola. Los perros vinagre tienen patas palmeadas y son excelentes nadadores.

Son carnívoros y la mayor parte de la caza se realiza en manadas que les permite someter a especies más grandes que ellos mismos, incluyendo tepescuintles, armadillos, y saínos. Incluso hay un informe de un grupo de perros de monte acosando a una danta. De seis a diez individuos que consisten en una pareja alfa y un número de aparentes familiares forman la manada. Solo la pareja alfa se aparea y reproduce, y todo el grupo cuida las crías. Según estudios de animales del zoológico, la hembra alfa usa hormonas para evitar que otras hembras entren en celo. En cautiverio, se han registrado camadas de hasta 10 cachorros, pero en la naturaleza el número suele ser de cuatro o cinco. Igual como los perros domésticos, los recién nacidos son ciegos e indefensos. Los troncos huecos y las madrigueras hechas por otros animales, como armadillos y tepescuintles, sirven como guaridas.

Con suerte, los perros vinagres encontrarán su nicho en Costa Rica, permanecerán aquí permanentemente y ampliarán su territorio. Han demostrado una gran adaptabilidad al vivir en diferentes hábitats y climas en diferentes elevaciones. Incluso es posible que puedan migrar hasta el Corredor Biológico Paso de la Danta que conecta a la Reserva Los Santos y el río Savegre hasta el Río Térraba. Hay un corredor forestal continuo desde el Parque Internacional la Amistad, cerca de la frontera con Panamá, hasta la Reserva Forestal Los Santos pasando por PN Chirripo, Reserva Forestal Rio Macho, PN Tapanti-Macizo de la Muerte, PN Los Quetzales. Significaría migrar a elevaciones aún más altas que las documentadas previamente, pero la adaptabilidad es uno de los puntos fuertes de Speothos venaticus.

Quisiera agradecer al Dr. Mike Mooring de la Talamanca Large Mammal Survey, patrocinado por el Quetzal Research Center, por todas las fotos de la cámara trampa y una gran cantidad de información. Las otras fotos fueron tomadas de los sitios web de varios zoológicos que exhiben perros salvajes.

Alina Cordero
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