UN REGRESO SOÑADO

Carlos Mora Vargas
carlosmorav48@gmail.com
Nacido en la zona de los Santos en el año 1948, de 12 años mis padres emigraron al Valle del General y nos instalamos en La Sierra de Platanares. Aprendí muchas cosas en mi juventud, principalmente a cultivar la tierra. En el año 1976 me trasladé a vivir al distrito 1°, San Isidro del General, aquí inicié una transformación, pasando de trabajar la tierra a ser empleado y con poco estudio, sólo con las ganas de superarme.
Entre los años 1976-1978 laboré como vendedor de maderas en el Aserradero Peña y Saborío, trabajo en el que me fue muy bien pero quería algo más. Ingresé al Colegio Nocturno y luego trabajé en el Hospital Escalante Pradilla; acá me exigía más al combinar trabajo y estudios, pero esto no me frenó y logré obtener mi bachillerato laborando para la CCSS durante 5 años.
Por razones muy especiales no pude continuar mis estudios en la universidad. Pero nunca me rendí. En el año 1986 se me presentó la oportunidad de trasladarme a Buenos Aires para trabajar en la Compañía PINDECO. Paralelamente a mi trabajo, empecé a incursionar en negocios propios con la ayuda de mi familia, logramos abrir una tienda de artículos deportivos, además de un derecho de transporte de carga. Mis sueños no se agotaban, ni se agotarán, también me interesaba el desarrollo comunal y la política, siempre con mucha responsabilidad y esfuerzo. Fueron muchos años de lucha.
En los años 90s me propuse alcanzar un puesto de elección popular, logrando este deseo en 1994, cuando fui elegido como regidor municipal hasta el año 1998. En el 2002 y el 2006 seguí participando en los procesos electorales y en el 2010 fui electo como alcalde municipal del cantón de Buenos Aires con un margen del 52%, cinco años de arduo trabajo, ya que nuestro cantón andaba a la deriva. Con determinación y amor logré encausar la barca, gracias a todos los que me apoyaron, pude dejar mi puesto con orgullo y feliz de mostrar que sí se podía hacer las cosas bien. El pueblo quedó muy agradecido, porque hubo confianza y honestidad en todo el trabajo que se realizó. Por la puerta que entré, por esa salí con la frente en alto.
Por el camino por el que me marché en 1986; regresé, después de 35 años, a Pérez Zeledón. Dejando una huella y trayendo conmigo muchas y valiosas experiencias.
Regresé al cantón que me abrazó de niño, hoy el distrito de General nos recibió en la hermosa comunidad de Miraflores, con demostraciones de cariño y calidez humana. Gracias por todo Buenos Aires y gracias Pérez Zeledón por recibirnos con los brazos abiertos.
Un sueño más que poner en la lista, en una nueva etapa de mi vida donde disfruto de las mañanas trabajando en el patio de mi casa y de los vientos fríos de las tardes.
Nunca dejen de soñar, siempre, siempre sueñen en grande.