• El correcto lavado de manos, una adecuada manipulación y preparación de los alimentos son clave para reducir el riesgo de intoxicaciones.
• Diarreas, náuseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre son las principales manifestaciones de una intoxicación alimentaria.

La mezcla e ingesta indebida de alimentos por las celebraciones de Navidad y Año Nuevo son responsables del incremento de casos por intoxicaciones alimentarias y alergias que se reportan en los establecimientos de salud durante estas fechas, advirtieron especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Los riesgos asociados al consumo de alimentos en el hogar durante esta época, son básicamente los mismos que en el resto del año, sin embargo, el tipo de productos que se consume y especialmente, la forma en cómo se preparan, son muy peculiares, lo que incrementa el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.
 Según la doctora Carolina Castro Calvo, especialista en nutrición de la Clínica Moreno Cañas,  las intoxicaciones alimentarias son enfermedades producidas por la ingestión de alimentos contaminados por microorganismos patógenos o sus toxinas.
 Es posible que su aspecto, olor y sabor sean normales, pero su inadecuada manipulación y preparación suelen producir trastornos gastrointestinales, tales como: dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, en ocasiones acompañados de fiebre.
La especialista aseguró  que el traslado incorrecto o la manera de conservar los alimentos, podrían generar la proliferación de bacterias peligrosas para la salud.
Recomendó prestar atención a la inocuidad de los alimentos desde el momento de la compra, para eso sugiere tener en cuenta el orden y la limpieza del establecimiento en el que se realizan las compras, la temperatura de las cámaras de refrigeración  y el orden de distribución , debido a que los equipos sobrecargados no enfrían de manera adecuada los alimentos.
Manifestó que en el supermercado conviene repasar todas las fechas de vencimiento de los productos  y los rótulos de origen; colocar primero en el carrito los productos no alimenticios y los no perecederos y dejar para el final los perecederos, fríos y congelados, tales como  lácteos, carnes, aves y pescado.
La especialista sugirió verificar que las latas no estén hinchadas, deformadas u oxidadas y sus bordes deben encontrarse perfectamente sellados.  Los envases de los alimentos no deben presentar roturas o pérdidas y en el caso de los huevos, las cáscaras no deben presentar grietas ni suciedades.
Aseguró que los jugos de algunos productos pueden contaminar a otros, por lo que se recomienda separar las carnes crudas de los productos listos para consumir y las verduras.
Entre las recomendaciones, también propone minimizar el tiempo que transcurre desde la compra de los alimentos hasta que se guardan en el refrigerador, un lapso que nunca debe superar las dos horas. En ese sentido, también se debe evitar colocar los alimentos en zonas calientes.
Al momento de servir la mesa, afirmó, es importante mantener los alimentos calientes o fríos, según su consistencia, toda vez que las bacterias crecen entre los 5ºC y los 60ºC, por lo tanto, no se debe dejar alimentos cocidos o perecederos a temperatura ambiente durante más de 2 horas, se deben mantener refrigerados hasta el momento de servirlos, especialmente, los más riesgosos.
De la misma manera, los residuos de comida no se deben guardar en el refrigerador durante más de tres días,  ni tampoco recalentarse más de una vez.
Según la nutricionista, una práctica de riesgo es descongelar los alimentos a temperatura ambiente, debido a que puede multiplicar el número de bacterias. Conviene hacerlo en el refrigerador, el microondas (si se van a cocinar  de forma inmediata) o como parte de la cocción.
La cocina es la dependencia del hogar en la que es imprescindible extremar las condiciones de limpieza y desinfección, en especial, de los utensilios y superficies en donde se manipulen los alimentos, así como sustituir la utilización de “limpiones” por toallas desechables.
 Las manos son una importante fuente de contaminación de bacterias, por lo tanto,  es necesario lavarlas con agua y jabón durante 20 segundos antes, durante y después de manipular alimentos.
La especialista manifestó que para evitar  “contaminaciones cruzadas”, las superficies, los equipos, y los utensilios para la manipulación de alimentos en crudo, serán de uso exclusivo o se lavarán y desinfectarán antes de utilizarlos con alimentos cocinados.
¡Fíjese bien!
 ALIMENTO
 TEXTURA
 COLOR
 OLOR
 CARNES
Debe ser firme y elástica al tacto.
Debe ser húmeda pero no en  exceso, al cortarla debe soltar  un líquido rojo claro.
Debe ser brillante, rosa o rojo  claro.
Debe ser fresco, ni agrio ni fuerte.
 EMBUTIDOS
No deben ser blandas.
Solo se deben comprar los  empacados.
Natural no rojas, este color  indica uso de colorantes ni verduzcas o grisáceas.
No debe ser desagradable.
LÁCTEOS
Empaque no “abombado”.
Pasteurizados.
Propio del producto.
No debe ser desagradable.
 PESCADO
Ojos abultados, brillantes, firmes y trasparentes.
Escamas brillantes y estar  adheridas a la piel con firmeza.
Carne elástica y firme.
Si está en mal estado pierde brillo y la piel se cubre de una mucosidad gruesa que se va tornando amarillo o café.
No debe ser desagradable.
 HUEVOS
No debe estar roto.
Yema abultada, posición central y redonda.
Clara viscosa y firme.
Yema amarilla.
Clara trasparente.
Olor agradable y suave “de   huevo”.
¿Cómo conservar los alimentos?
 ALIMENTO
 CONSERVACIÓN
 CARNE
Congelación, en porciones pequeñas para las preparaciones diarias en bolsas plásticas trasparentes.
En refrigeración se conserva por 3 o 4 semanas, con temperaturas de 2 a 4 grados centígrados.
Una vez cocinadas no se deben guardar por más de dos días.
 LÁCTEOS
Refrigeración.
 PESCADO
Refrigeración cubierto con hielo picado por tres o cuatro días. Si después de comprado no se refrigera, se debe consumir en un lapso de tres horas, mientras se consume se debe mantener cubierto, en un lugar fresco.
En congelación, se puede conservar por 30 días.
 HUEVOS
En un lugar fresco o seco y en refrigeración hasta 2 meses entre 4 y 7 grados centígrados colocados con la parte puntiaguda hacia abajo.

CCSS pide precaución para evitar intoxicaciones alimentarias durante fin y principio de año

14 diciembre, 2017 5:16 pm

• El correcto lavado de manos, una adecuada manipulación y preparación de los alimentos son clave para reducir el riesgo de intoxicaciones.
• Diarreas, náuseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre son las principales manifestaciones de una intoxicación alimentaria.

La mezcla e ingesta indebida de alimentos por las celebraciones de Navidad y Año Nuevo son responsables del incremento de casos por intoxicaciones alimentarias y alergias que se reportan en los establecimientos de salud durante estas fechas, advirtieron especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Los riesgos asociados al consumo de alimentos en el hogar durante esta época, son básicamente los mismos que en el resto del año, sin embargo, el tipo de productos que se consume y especialmente, la forma en cómo se preparan, son muy peculiares, lo que incrementa el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.
 Según la doctora Carolina Castro Calvo, especialista en nutrición de la Clínica Moreno Cañas,  las intoxicaciones alimentarias son enfermedades producidas por la ingestión de alimentos contaminados por microorganismos patógenos o sus toxinas.
 Es posible que su aspecto, olor y sabor sean normales, pero su inadecuada manipulación y preparación suelen producir trastornos gastrointestinales, tales como: dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, en ocasiones acompañados de fiebre.
La especialista aseguró  que el traslado incorrecto o la manera de conservar los alimentos, podrían generar la proliferación de bacterias peligrosas para la salud.
Recomendó prestar atención a la inocuidad de los alimentos desde el momento de la compra, para eso sugiere tener en cuenta el orden y la limpieza del establecimiento en el que se realizan las compras, la temperatura de las cámaras de refrigeración  y el orden de distribución , debido a que los equipos sobrecargados no enfrían de manera adecuada los alimentos.
Manifestó que en el supermercado conviene repasar todas las fechas de vencimiento de los productos  y los rótulos de origen; colocar primero en el carrito los productos no alimenticios y los no perecederos y dejar para el final los perecederos, fríos y congelados, tales como  lácteos, carnes, aves y pescado.
La especialista sugirió verificar que las latas no estén hinchadas, deformadas u oxidadas y sus bordes deben encontrarse perfectamente sellados.  Los envases de los alimentos no deben presentar roturas o pérdidas y en el caso de los huevos, las cáscaras no deben presentar grietas ni suciedades.
Aseguró que los jugos de algunos productos pueden contaminar a otros, por lo que se recomienda separar las carnes crudas de los productos listos para consumir y las verduras.
Entre las recomendaciones, también propone minimizar el tiempo que transcurre desde la compra de los alimentos hasta que se guardan en el refrigerador, un lapso que nunca debe superar las dos horas. En ese sentido, también se debe evitar colocar los alimentos en zonas calientes.
Al momento de servir la mesa, afirmó, es importante mantener los alimentos calientes o fríos, según su consistencia, toda vez que las bacterias crecen entre los 5ºC y los 60ºC, por lo tanto, no se debe dejar alimentos cocidos o perecederos a temperatura ambiente durante más de 2 horas, se deben mantener refrigerados hasta el momento de servirlos, especialmente, los más riesgosos.
De la misma manera, los residuos de comida no se deben guardar en el refrigerador durante más de tres días,  ni tampoco recalentarse más de una vez.
Según la nutricionista, una práctica de riesgo es descongelar los alimentos a temperatura ambiente, debido a que puede multiplicar el número de bacterias. Conviene hacerlo en el refrigerador, el microondas (si se van a cocinar  de forma inmediata) o como parte de la cocción.
La cocina es la dependencia del hogar en la que es imprescindible extremar las condiciones de limpieza y desinfección, en especial, de los utensilios y superficies en donde se manipulen los alimentos, así como sustituir la utilización de “limpiones” por toallas desechables.
 Las manos son una importante fuente de contaminación de bacterias, por lo tanto,  es necesario lavarlas con agua y jabón durante 20 segundos antes, durante y después de manipular alimentos.
La especialista manifestó que para evitar  “contaminaciones cruzadas”, las superficies, los equipos, y los utensilios para la manipulación de alimentos en crudo, serán de uso exclusivo o se lavarán y desinfectarán antes de utilizarlos con alimentos cocinados.
¡Fíjese bien!
 ALIMENTO
 TEXTURA
 COLOR
 OLOR
 CARNES
Debe ser firme y elástica al tacto.
Debe ser húmeda pero no en  exceso, al cortarla debe soltar  un líquido rojo claro.
Debe ser brillante, rosa o rojo  claro.
Debe ser fresco, ni agrio ni fuerte.
 EMBUTIDOS
No deben ser blandas.
Solo se deben comprar los  empacados.
Natural no rojas, este color  indica uso de colorantes ni verduzcas o grisáceas.
No debe ser desagradable.
LÁCTEOS
Empaque no “abombado”.
Pasteurizados.
Propio del producto.
No debe ser desagradable.
 PESCADO
Ojos abultados, brillantes, firmes y trasparentes.
Escamas brillantes y estar  adheridas a la piel con firmeza.
Carne elástica y firme.
Si está en mal estado pierde brillo y la piel se cubre de una mucosidad gruesa que se va tornando amarillo o café.
No debe ser desagradable.
 HUEVOS
No debe estar roto.
Yema abultada, posición central y redonda.
Clara viscosa y firme.
Yema amarilla.
Clara trasparente.
Olor agradable y suave “de   huevo”.
¿Cómo conservar los alimentos?
 ALIMENTO
 CONSERVACIÓN
 CARNE
Congelación, en porciones pequeñas para las preparaciones diarias en bolsas plásticas trasparentes.
En refrigeración se conserva por 3 o 4 semanas, con temperaturas de 2 a 4 grados centígrados.
Una vez cocinadas no se deben guardar por más de dos días.
 LÁCTEOS
Refrigeración.
 PESCADO
Refrigeración cubierto con hielo picado por tres o cuatro días. Si después de comprado no se refrigera, se debe consumir en un lapso de tres horas, mientras se consume se debe mantener cubierto, en un lugar fresco.
En congelación, se puede conservar por 30 días.
 HUEVOS
En un lugar fresco o seco y en refrigeración hasta 2 meses entre 4 y 7 grados centígrados colocados con la parte puntiaguda hacia abajo.
Alina Cordero
Comparte en tus redes sociales:
Categorías Relacionadas: