Prensa MNCR

  • 34 fotografías le muestran los colores iridiscentes que reflejan las plumas de los colibríes con la luz.
  • Los fotógrafos utilizaron la técnica de fotografía rápida para captar los movimientos de estas veloces aves.

Mostrar los llamativos colores de los colibríes durante su vuelo, los cambios de tonalidades, las texturas, los movimientos, la magia que impregnan en la naturaleza, eso es lo que busca la exhibición “Colibrí, joya entre flores”; 34 fotografías artísticas que muestran las bellezas naturales de estas aves y que se inaugura el 24 de mayo a las 6 pm en las Casas de los Comandantes del Museo Nacional de Costa Rica.

Fueron los fotógrafos Cinthya Walpole, Chuck Fritsch y Julio Peña de FrogsFocus, quienes han recorrido las montañas y playas de Costa Rica para “cazar” con el lente de sus cámaras los detalles más impresionantes de colores, formas y figuras de los colibríes, en una exhibición que el público podrá disfrutar en el Museo Nacional del 24 de mayo hasta el 22 de agosto.

El proceso de crear esta exhibición nació desde el 2009, cuando los fotógrafos decidieron recorrer Costa Rica, para capturar con el lente de sus cámaras a estas pequeñas aves. “Todas las fotografías fueron tomadas en diferentes partes del país, existen especies de colibríes que habitan en muy distintos microclimas, algunos viven en la playa, otros en hasta 3,500 metros, algunos están restringidos a una cadena montañosa específica, otros a un lado de la división continental, otros cambian de altitud con las estaciones y migran” explicó la fotógrafa.

Lograr una sola fotografía es complejo y requiere de destreza y persistencia, Cinthya explica que ellos como fotógrafos pueden tirar hasta mil disparos de una cámara, para escoger, meticulosamente en la computadora, solo una o dos fotografías que serán las definitivas. Complementan además sus obras de arte, con una descripción científica, geográfica y algunas curiosidades, de cada una de las especies que captan con su lente, es un complemento entre el arte y la investigación que los lleva a ser una suerte de maestros, científicos y amantes de los colibríes. 

Según la ornitóloga del Museo Nacional de Costa Rica, Ghisselle Alvarado, la familia de los colibríes es la segunda más diversa de Costa Rica con 52 especies. Casi un 6% de la diversidad de aves del país. Es una familia de origen tropical, por lo que solo existe una especie migratoria.

Un dato curioso de esta familia de aves es que la hembra es la encargada de elaborar el nido, criar y alimentar los pichoncitos que siempre son dos, pues el macho solo la copula y se va. “Otro aspecto importante de mencionar es que, dado que son polinizadores, en muchas especies han existido una evolución conjunta entre ellos y las plantas, de esta forma los picos de las aves muestran una anatomía totalmente adaptada a la forma de la corola de la flor que polinizan. Este fenómeno es un caso de lo que conocemos como coevolución positiva” agregó la especialista.

 

LA TÉCNICA DE LA FOTOGRAFÍA

​​Lograr una fotografía nítida de un ave que mueve sus alas a 90 veces por segundo no es tarea fácil; para lograrlo, Cinthya explica que han sido años de investigación y pruebas hasta lograr el producto deseado. “Fotografiamos a la sombra y configuramos la cámara para que tome una imagen completamente negra con la luz ambiental. Luego agregamos hasta 14 luces de muy baja potencia que controlamos a través de un transmisor de radio en la cámara. Esas luces pueden configurarse para encenderse y apagarse muy rápido. Es el uso de estas luces nos permite producir imágenes inusualmente nítidas y detalladas”.

Además, se proponen en sus obras, capturar los colores brillantes del colibrí. “Estos colores no se deben al pigmento, sino que son iridiscentes debido a la estructura de las plumas, el color que se ve depende del ángulo de la luz que ilumina al pájaro. Capturamos todos los colores al iluminar simultáneamente desde catorce direcciones diferentes” agregó Walpole.

 

ACERCA DE LOS FOTÓGRAFOS

Chuck, Cinthya y Julio son tres fotógrafos aficionados, pero con mucha experiencia en la fotografía, con profesiones tan distintas que van desde la ingeniería, hasta la bolsa de valores en Wall Street.

Chuck Fritsch es estadounidense. Desde los 12 años aprendió las técnicas fotográficas, cuando en la escuela descubrió las técnicas químicas de develar fotografías en un cuarto oscuro. Cuando la fotografía digital apareció, Fritsch se enfocó en conocer todas las nuevas técnicas en fotografía rápida, iluminación, gestión de color y software.

Cinthya Walpole es costarricense, radicada en los Estados Unidos. Al crecer en Costa Rica, ha estado íntimamente conectada con el mundo natural desde temprana edad. En 1987 renunció a su puesto y retomó su pasión por la fotografía de la vida silvestre, que la ha llevado a los desiertos de Namibia, a las selvas de Costa Rica, la Antártida, y a los Everglades de Florida.

Julio Peña tiene una pasión por la fotografía que volvió a encenderse cuando su hermana Cinthya le pidió que trabajara con ella y su esposo Chuck en el proyecto de fotografiar los colibríes de su Costa Rica natal. Su conocimiento íntimo del país y su voluntad de experimentar con equipos de fotografía en circunstancias difíciles.

Exposición de fotografías muestra los brillantes colores de los colibríes

23 mayo, 2018 3:22 pm

Prensa MNCR

  • 34 fotografías le muestran los colores iridiscentes que reflejan las plumas de los colibríes con la luz.
  • Los fotógrafos utilizaron la técnica de fotografía rápida para captar los movimientos de estas veloces aves.

Mostrar los llamativos colores de los colibríes durante su vuelo, los cambios de tonalidades, las texturas, los movimientos, la magia que impregnan en la naturaleza, eso es lo que busca la exhibición “Colibrí, joya entre flores”; 34 fotografías artísticas que muestran las bellezas naturales de estas aves y que se inaugura el 24 de mayo a las 6 pm en las Casas de los Comandantes del Museo Nacional de Costa Rica.

Fueron los fotógrafos Cinthya Walpole, Chuck Fritsch y Julio Peña de FrogsFocus, quienes han recorrido las montañas y playas de Costa Rica para “cazar” con el lente de sus cámaras los detalles más impresionantes de colores, formas y figuras de los colibríes, en una exhibición que el público podrá disfrutar en el Museo Nacional del 24 de mayo hasta el 22 de agosto.

El proceso de crear esta exhibición nació desde el 2009, cuando los fotógrafos decidieron recorrer Costa Rica, para capturar con el lente de sus cámaras a estas pequeñas aves. “Todas las fotografías fueron tomadas en diferentes partes del país, existen especies de colibríes que habitan en muy distintos microclimas, algunos viven en la playa, otros en hasta 3,500 metros, algunos están restringidos a una cadena montañosa específica, otros a un lado de la división continental, otros cambian de altitud con las estaciones y migran” explicó la fotógrafa.

Lograr una sola fotografía es complejo y requiere de destreza y persistencia, Cinthya explica que ellos como fotógrafos pueden tirar hasta mil disparos de una cámara, para escoger, meticulosamente en la computadora, solo una o dos fotografías que serán las definitivas. Complementan además sus obras de arte, con una descripción científica, geográfica y algunas curiosidades, de cada una de las especies que captan con su lente, es un complemento entre el arte y la investigación que los lleva a ser una suerte de maestros, científicos y amantes de los colibríes. 

Según la ornitóloga del Museo Nacional de Costa Rica, Ghisselle Alvarado, la familia de los colibríes es la segunda más diversa de Costa Rica con 52 especies. Casi un 6% de la diversidad de aves del país. Es una familia de origen tropical, por lo que solo existe una especie migratoria.

Un dato curioso de esta familia de aves es que la hembra es la encargada de elaborar el nido, criar y alimentar los pichoncitos que siempre son dos, pues el macho solo la copula y se va. “Otro aspecto importante de mencionar es que, dado que son polinizadores, en muchas especies han existido una evolución conjunta entre ellos y las plantas, de esta forma los picos de las aves muestran una anatomía totalmente adaptada a la forma de la corola de la flor que polinizan. Este fenómeno es un caso de lo que conocemos como coevolución positiva” agregó la especialista.

 

LA TÉCNICA DE LA FOTOGRAFÍA

​​Lograr una fotografía nítida de un ave que mueve sus alas a 90 veces por segundo no es tarea fácil; para lograrlo, Cinthya explica que han sido años de investigación y pruebas hasta lograr el producto deseado. “Fotografiamos a la sombra y configuramos la cámara para que tome una imagen completamente negra con la luz ambiental. Luego agregamos hasta 14 luces de muy baja potencia que controlamos a través de un transmisor de radio en la cámara. Esas luces pueden configurarse para encenderse y apagarse muy rápido. Es el uso de estas luces nos permite producir imágenes inusualmente nítidas y detalladas”.

Además, se proponen en sus obras, capturar los colores brillantes del colibrí. “Estos colores no se deben al pigmento, sino que son iridiscentes debido a la estructura de las plumas, el color que se ve depende del ángulo de la luz que ilumina al pájaro. Capturamos todos los colores al iluminar simultáneamente desde catorce direcciones diferentes” agregó Walpole.

 

ACERCA DE LOS FOTÓGRAFOS

Chuck, Cinthya y Julio son tres fotógrafos aficionados, pero con mucha experiencia en la fotografía, con profesiones tan distintas que van desde la ingeniería, hasta la bolsa de valores en Wall Street.

Chuck Fritsch es estadounidense. Desde los 12 años aprendió las técnicas fotográficas, cuando en la escuela descubrió las técnicas químicas de develar fotografías en un cuarto oscuro. Cuando la fotografía digital apareció, Fritsch se enfocó en conocer todas las nuevas técnicas en fotografía rápida, iluminación, gestión de color y software.

Cinthya Walpole es costarricense, radicada en los Estados Unidos. Al crecer en Costa Rica, ha estado íntimamente conectada con el mundo natural desde temprana edad. En 1987 renunció a su puesto y retomó su pasión por la fotografía de la vida silvestre, que la ha llevado a los desiertos de Namibia, a las selvas de Costa Rica, la Antártida, y a los Everglades de Florida.

Julio Peña tiene una pasión por la fotografía que volvió a encenderse cuando su hermana Cinthya le pidió que trabajara con ella y su esposo Chuck en el proyecto de fotografiar los colibríes de su Costa Rica natal. Su conocimiento íntimo del país y su voluntad de experimentar con equipos de fotografía en circunstancias difíciles.

Alina Cordero
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