EL ENCANTO QUE VIVE EN EL SILENCIO

Recopilado por Uriel Rojas R.
La tradición oral del Sur data desde tiempos inmemoriales y recogen anécdotas, leyendas, mitos y algunas creencias asociadas a seres encantados.
Entre estos relatos de encantos está la leyenda de un ser extraño que habitó en las profundidades de las aguas del río Grande de Térraba, exactamente en un lugar cercano a Palmar Norte de Osa en un lugar donde sale la quebrada El Silencio.
Cuenta la historia que ahí vivía un encanto que tenía por casa una cueva, él cuidaba dos campanas de oro que escondieron los indígenas en el pasado.
Eran dos campanas muy grandes y brillantes que sacaron en las fincas de don Benjamín Díaz y lo ocultaron en las profundidades del río para que no lo puedan sacar. Ese encanto salía a menudo por las noches y le gustaba descansar entre los botes.
Muchos pescadores lo vieron, algunos cuentan que cuando regresaban de recoger las cuerdas de pescar, ese encanto estaba echado en sus botes. Era un animal grandísimo, mitad persona, mitad pescado. Cuando ellos llegaban salía huyendo y se consumía de un chapuzón en el río, en esa poza, dejando el agua turbia y remolineando.
Ahí se ahogó un peón de don Pedro Díaz, ese bicho lo consumió.
Dicen que cuando el muchacho iba cruzando al nado ese animal lo agarró y lo consumió, ahogando al pobre muchacho. Cinco días duró encantado entre el agua, en esa cueva.
Lo buscaron por todos lados hasta que un amigo se animó a consumirse en el fondo de esa poza, y vio que el encanto lo tenía a su lado, como cuidándolo y al ver al buzo se asustó y lo soltó, entonces el muchacho salió a flote, pero lo extraño del caso es que estaba como recién ahogado y ya habían pasado cinco días, él debió haber estado podrido, pero no.
Lo mismo pasó con otras víctimas, que murieron ahogados hace más de 50 años en esa misma poza. Estuvieron retenidos por varios días hasta que ese encanto los soltó.

Dicen que ese encanto ahí vive todavía, pocos lo ven, pero ahí está, es un encanto. Vive en las profundidades de la poza del Silencio, el pasadero hacia donde están esa esfera gigante, que también es todo un misterio.