La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) mantiene vigilancia epidemiológica activa sobre las personas indígenas costarricenses, migrantes y las de difícil acceso geográfico y cultural por la emergencia sanitaria por covid-19 gracias a un trabajo conjunto con los líderes comunales.
Este abordaje se activó desde el primer anuncio de la pandemia y ha evolucionado, según las condiciones de impacto en la zona, siempre bajo reglas de acción tomadas en común acuerdo con los grupos indígenas, en respeto de su autonomía y autogestión.
De hecho, esta semana, se publicó el tercer lineamiento institucional, según el cual representantes indígenas de sus comunidades son observadores en sus territorios para la detección de casos sospechosos, y son quienes alertan al atap de la zona o asistentes indígenas comunitarios, para activar el protocolo de intervención, como la realización de pruebas y la conexión con las áreas de salud en caso de necesitarlo.
La doctora Kenia Quesada Mena, del programa de atención indígena de la CCSS, afirma que el abordaje ha permitido el traslado y la atención médica y social de los pacientes que la han requerido.
“Es muy importante destacar el trabajo conjunto entre los líderes y lideresas indígenas y los servicios de salud. Es un esfuerzo comunal importante, pues sus propios representantes activan las alertas para la intervención. Luego de eso, hay total confianza en los ataps indígenas y por eso se cumple con el respecto cultural necesario en este abordaje”, afirmó la doctora Quesada.
En el caso de las comunidades indígenas alejadas sin ataps indígenas el líder comunitario informa a la persona de contacto en el área de salud (enfermero, médico o la Dirección Regional) quien a su vez lo hará de conocimiento del área rectora, para definir la estrategia a implementar.
Este abordaje de la población indígena también se coordina de manera interinstitucional con el Ministerio de Salud, Comisión Nacional de Emergencias, Vigilancia Aérea, las Municipalidades y las organizaciones indígenas correspondientes, de acuerdo con la normativa establecida por el ente rector en salud.
Hasta octubre se han realizado 1 511 pruebas, de las cuales han resultado 708 positivos (el 47%) Entre los enfermos hay 355 hombres y 353 mujeres. Se presentan casos en todas las edades y los grupos por edades donde más se concentran enfermos son los siguientes: el grupo de 20 a 29 años con 140 casos, el de 30 a 39 años con 183 casos y el de 40 a 49 años con 102 casos. Todos ellos fueron atendidos en oportunidad según los protocolos establecidos.
Según los lineamientos, cuando se reportan casos confirmados de covid-19 en un territorio indígena, el personal de salud se desplaza a la comunidad indígena por carros, votes y a pie para realizar la detección y toma de muestras de otros casos sospechosos o los contactos de casos confirmados con síntomas.
Para la doctora Quesada Mena “la Caja aplica los principios centrados en el principio de autonomía ligados a la responsabilidad de los usuarios y usuarias, así como el respeto a la dignidad y no abandono, en total respeto de la gobernanza de los pueblos indígenas”.
Ese marco bioético para la atención permite el abordaje con pertinencia cultural en los diferentes tipos de seguimiento de los indígenas.
“Tratamos desde la factibilidad institucional, de abordar de manera oportuna, pertinente y digna estos casos generados a raíz de esta emergencia sanitaria”, concluyó la médico.