Marilyn Valverde Camacho

Hay una y mil opiniones en torno a la huelga, políticos, economistas, sindicalistas, al igual que entrenadores de la sele, hay uno en cada esquina. 

Pues entonces yo quiero expresar mi punto de vista, porque creo firmemente que muchas personas van a coincidir conmigo.
1- En mi generación no se sabía de huelgas, crecimos en el campo donde nos acostumbramos que todo se gana con sudor y lágrimas, si alguien quería mejores cosechas, trabajaba más, punto. No había ayuda del IMAS, ni becas, ni comedor escolar, ni servicio médico, (solo verdaderas emergencias). Con el paso del tiempo fuimos entendiendo que el trabajo duro, la constancia y el orden nos garantizaban la obtención de nuestras necesidades básicas y quizá un poquito más.

2- Luego de pasar mas agua bajo el puente aceptamos que las luchas políticas podían ayudar a resolver necesidades comunales, y las dimos, desde enarbolar una bandera, liderar grupos de jóvenes, construir infraestructura comunal, gestionar mucho progreso para los pueblos, ya no solo para nuestro propio entorno.

3- Sigue pasando el tiempo, muchos gobiernos, diferentes partidos, presidentes que llegan y se van, algunos hasta repiten, y un amargo sabor de boca que se va incrementando, resultado final, la huelga de hoy día, ¿por qué? El pueblo de repente se cansó de socarse la faja para que otros se la aflojen.

4- No sé si será tan sencillo, no es fácil creer en sindicatos que siempre han luchado por su derechos y beneficios, por privilegios que los separan del costarricense común y corriente, pero será que este Paquete Fiscal nos está uniendo al tocar privilegios y a la vez derechos que nos atañen a todos.
Preguntas hay cientos, muchas sin respuesta para nosotros los desterrados hijos de Eva, los más humildes, sin pensiones de lujo, ni convenciones colectivas, ni papá diputado o ministro, digo yo.

Podemos sobrevivir por ahí como seres invisibles para nuestros gobernantes, una masa sin rostro, a quien, el presidente pide; ni más ni menos un sacrificio para sacar el país adelante, que nos apretemos la faja, dicen.
Y los poderosos, los pensionados de lujo, los diputados, los evasores millonarios, sería más fácil quitarles un porcentaje de sus privilegios y arreglar las finanzas públicas de una vez por todas, ya que no es lo mismo el 2% de un millón (20.000), que 2% de cien mil (2000), ¿verdad? No sería mejor rebajar un poquito las pensiones de lujo y recaudar millones a pedirle al pueblo que prácticamente deje de comer para atender a 10 mil solicitudes de pensiones de 70,000, será porque nosotros estamos acostumbrados al sacrificio y a la carencia y entonces ya no reaccionamos, muchos dicen si hay que aportar un poquito más pues se aporta, yo me pregunto, porque nosotros, siempre la clase trabajadora, la clase media, porque somos los que llevamos sobre nuestros hombros las dos pesadas cargas, los ricos y los más necesitados.
Los ricos porque nosotros tenemos que pagar nuestras casas, nunca calificaremos para un bono de vivienda, compramos un carrito, una refrigeradora, una pantalla y la gasolina, y los repuestos, etc. Con esos gastos mantenemos a los ricos, importadores, grandes comerciantes, y con los impuestos que pagamos por todo esto, mantenemos a los mas necesitados, les damos seguro por el estado, becas, ayudas del Imas, y muchos beneficios que nosotros por “pulseadores” nunca nos mereceremos.
No crean, que se me funde el cerebro de miles de ideas que me cruzan por mi cabecita, y muchas soluciones se me ocurren para serenatear a cuanto político se me cruce en el camino.
Soluciones prácticas y con sentido común, yo sé que a todos los costarricenses de buena cepa y honestos que quedamos por ahí se nos ocurren unas cuantas alineaciones para sacar este país a flote antes de que sea demasiado tarde.
Hemos visto muchos países caer en crisis que nadie quiere para nuestro terruño, pero hemos confiado en muchos gobernantes deshonestos y mal intencionados que solo han pensado en servirse del pueblo y no en servirle al pueblo, sus promesas de campaña, cuatro meses después son olvidadas, han saqueado las arcas públicas, y se han escudado en un sistema judicial permisivo y alcahuete, para con ese gremio.
Es doloroso tener que aceptar esta realidad, pero esa es la dura verdad, se deben corregir tantos privilegios y se deben castigar los delincuentes de cuello blanco, sean del partido político que sean, todos sabemos que en toda sociedad hay delincuencia, lo que no perdonamos es la impunidad, si algunas ratas estuvieran presas, aun habría fe en nuestro sistema.
Y la huelga, pues si algo tiene que pasar para que se dé el cambio tan cacareado, pues que pase, por primera ves en mi vida quiero que esta huelga dure lo que tenga que durar para que se de un saneamiento de tantos atropellos al pueblo, literalmente a la clase trabajadora, al que menos privilegios tiene, que le quiten un poquitito a los mas poderosos, quiero verlo antes de morir.

LA HUELGA… VERSION POPULAR

21 septiembre, 2018 6:36 pm

Marilyn Valverde Camacho

Hay una y mil opiniones en torno a la huelga, políticos, economistas, sindicalistas, al igual que entrenadores de la sele, hay uno en cada esquina. 

Pues entonces yo quiero expresar mi punto de vista, porque creo firmemente que muchas personas van a coincidir conmigo.
1- En mi generación no se sabía de huelgas, crecimos en el campo donde nos acostumbramos que todo se gana con sudor y lágrimas, si alguien quería mejores cosechas, trabajaba más, punto. No había ayuda del IMAS, ni becas, ni comedor escolar, ni servicio médico, (solo verdaderas emergencias). Con el paso del tiempo fuimos entendiendo que el trabajo duro, la constancia y el orden nos garantizaban la obtención de nuestras necesidades básicas y quizá un poquito más.

2- Luego de pasar mas agua bajo el puente aceptamos que las luchas políticas podían ayudar a resolver necesidades comunales, y las dimos, desde enarbolar una bandera, liderar grupos de jóvenes, construir infraestructura comunal, gestionar mucho progreso para los pueblos, ya no solo para nuestro propio entorno.

3- Sigue pasando el tiempo, muchos gobiernos, diferentes partidos, presidentes que llegan y se van, algunos hasta repiten, y un amargo sabor de boca que se va incrementando, resultado final, la huelga de hoy día, ¿por qué? El pueblo de repente se cansó de socarse la faja para que otros se la aflojen.

4- No sé si será tan sencillo, no es fácil creer en sindicatos que siempre han luchado por su derechos y beneficios, por privilegios que los separan del costarricense común y corriente, pero será que este Paquete Fiscal nos está uniendo al tocar privilegios y a la vez derechos que nos atañen a todos.
Preguntas hay cientos, muchas sin respuesta para nosotros los desterrados hijos de Eva, los más humildes, sin pensiones de lujo, ni convenciones colectivas, ni papá diputado o ministro, digo yo.

Podemos sobrevivir por ahí como seres invisibles para nuestros gobernantes, una masa sin rostro, a quien, el presidente pide; ni más ni menos un sacrificio para sacar el país adelante, que nos apretemos la faja, dicen.
Y los poderosos, los pensionados de lujo, los diputados, los evasores millonarios, sería más fácil quitarles un porcentaje de sus privilegios y arreglar las finanzas públicas de una vez por todas, ya que no es lo mismo el 2% de un millón (20.000), que 2% de cien mil (2000), ¿verdad? No sería mejor rebajar un poquito las pensiones de lujo y recaudar millones a pedirle al pueblo que prácticamente deje de comer para atender a 10 mil solicitudes de pensiones de 70,000, será porque nosotros estamos acostumbrados al sacrificio y a la carencia y entonces ya no reaccionamos, muchos dicen si hay que aportar un poquito más pues se aporta, yo me pregunto, porque nosotros, siempre la clase trabajadora, la clase media, porque somos los que llevamos sobre nuestros hombros las dos pesadas cargas, los ricos y los más necesitados.
Los ricos porque nosotros tenemos que pagar nuestras casas, nunca calificaremos para un bono de vivienda, compramos un carrito, una refrigeradora, una pantalla y la gasolina, y los repuestos, etc. Con esos gastos mantenemos a los ricos, importadores, grandes comerciantes, y con los impuestos que pagamos por todo esto, mantenemos a los mas necesitados, les damos seguro por el estado, becas, ayudas del Imas, y muchos beneficios que nosotros por “pulseadores” nunca nos mereceremos.
No crean, que se me funde el cerebro de miles de ideas que me cruzan por mi cabecita, y muchas soluciones se me ocurren para serenatear a cuanto político se me cruce en el camino.
Soluciones prácticas y con sentido común, yo sé que a todos los costarricenses de buena cepa y honestos que quedamos por ahí se nos ocurren unas cuantas alineaciones para sacar este país a flote antes de que sea demasiado tarde.
Hemos visto muchos países caer en crisis que nadie quiere para nuestro terruño, pero hemos confiado en muchos gobernantes deshonestos y mal intencionados que solo han pensado en servirse del pueblo y no en servirle al pueblo, sus promesas de campaña, cuatro meses después son olvidadas, han saqueado las arcas públicas, y se han escudado en un sistema judicial permisivo y alcahuete, para con ese gremio.
Es doloroso tener que aceptar esta realidad, pero esa es la dura verdad, se deben corregir tantos privilegios y se deben castigar los delincuentes de cuello blanco, sean del partido político que sean, todos sabemos que en toda sociedad hay delincuencia, lo que no perdonamos es la impunidad, si algunas ratas estuvieran presas, aun habría fe en nuestro sistema.
Y la huelga, pues si algo tiene que pasar para que se dé el cambio tan cacareado, pues que pase, por primera ves en mi vida quiero que esta huelga dure lo que tenga que durar para que se de un saneamiento de tantos atropellos al pueblo, literalmente a la clase trabajadora, al que menos privilegios tiene, que le quiten un poquitito a los mas poderosos, quiero verlo antes de morir.

Alina Cordero
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