La innovación… camino al desarrollo empresarial

Los días 23 y 24 de noviembre, empresarios de la Región Brunca, tuvieron la oportunidad de asistir al Primer Congreso de Innovación, organizado por el INA y el MEIC. En dicha actividad se desarrollaron temas de importancia para generar competitividad en la región. Enlace destaca un segmento del discurso de Geannina Dinarte Romero, Ministra de Economía de Costa Rica, quien explica la importancia de la innovación en el éxito empresarial:
Discurso de Geannina Dinarte en el I Congreso de Innovación Región Brunca

Geaninna Dinarte Ministra de Economía
“El cambio que están presentando los mercados y el cambio en términos de información que se está generando en el mundo nos pone ante un reto que implica necesariamente la incorporación de la innovación a todo lo que hagamos. Muchas veces creemos que la innovación la hace Franklin Chang pero la innovación la hacemos todos, la podemos hacer los de las instituciones y la pueden hacer los de los negocios.
La innovación requiere inversión que genera réditos y beneficios; la innovación nunca va a ser un gasto, siempre será un aporte para poder rentabilizar su propio negocio. El conocimiento que se genera hoy en el mundo crece exponencialmente. Hoy lo que aprendemos en una carrera universitaria, lo superamos 100 mil veces porque el conocimiento se está renovando todos los días.
Hoy se demuestra que aquello que damos por sentado cambia y tiene efectos sobre los negocios. Ese nivel de información nos conecta y nos acerca muchísimo más a lugares muy distantes, con patrones de consumo distintos, con expectativas diferentes, pero también con necesidades bastante apremiantes. También los gustos y las preferencias son más sofisticadas, ya no es el mismo consumidor que antes se guiaba por precios, o el consumidor que compraba lo que estaba más cercano. Hoy el consumidor tiene una gama tan amplia de posibilidades que se puede dar el gusto de escoger productos muy distintos que no necesariamente están a la vuelta.
Ustedes no compiten contra el vecino, ustedes no compiten contra el cantón de la par, ustedes no compiten contra otra provincia, ustedes compiten contra el mundo, y si no entendemos eso, nos vamos a ver en problemas. Veamos contra quién estamos compitiendo, de repente contra un producto importado, que puede tener menor calidad y precio. Esto hay que ponerlo en su justa dimensión: no necesariamente podemos competir con precio, vamos a tener que competir con calidad, con fidelidad, con identidad, vamos a tener que sumar otros valores y eso también es innovación.
La innovación no son las microcomputadoras, ni los dispositivos, ni los chips, ni la nanotecnología solamente; la innovación tiene que ver con los procesos de producción, con los materiales que yo utilizo, con la forma que transformo, y esto nos abre los ojos a un universo de entradas para poder actuar y participar en esas mejoras. Hay una gran necesidad de generar valor agregado, especialmente porque hoy en el 2017, se estima que el 52% de la tierra para la producción agrícola, a nivel mundial, tiene un nivel de degradación muy alto. Entonces cuánto va a impactar eso en términos de espacio para la siembra y cuánto va impactar en términos del precio de los productos; no porque el productor se va dejar el margen mayor sino porque efectivamente la demanda mundial se está incrementando, pero el nivel de tierras cada vez es menor. Además nos enfrentamos al cambio climático; en el 2025, los productos de consumo primario, los cereales, las carnes, los lácteos van a tener un incremento en precios que ronda para empezar en cereales en un 10%, pero que alcanza los lácteos en un 23%.
Veamos la otra cara de la moneda: vamos a tener mayores problemas para producir los alimentos, pero también para acceder a ellos, porque la población mundial sigue creciendo. En el 2050 la demanda de alimentos globales va a aumentar en un 60%. Imagínese como vamos a tener que resolver el problema de la alimentación de la humanidad para garantizar la supervivencia humana, además el 70% de la población va a estar en zonas urbanas y eso nos va a cambiar los patrones de consumo, la interacción social, los medios de comercialización y por supuesto los procesos de producción.
Pero me devuelvo un poquito hacia atrás a un año que no está muy lejano que es el 2020. El poder económico mundial dice que vamos a tener 361 millones de compradores en línea, transfronterizamente y tenemos que irnos preparando en capacidades para comercializar transfronterizamente, es decir para exportar.
Se estima que en el 2020, o sea en tres años 940 millones de compradores van a gastar un trillón de dólares en intercambios en línea, y también es cierto que en el 2020 se espera que se pierdan aproximadamente 5 millones de empleos a razón de la cuarta revolución industrial. Por eso les digo hay que ponernos en perspectiva, innovar no es una opción es un imperativo. Con palabras llanas o lo hacemos o nos quedamos.
No significa que la economía tradicional, o incluso la economía de subsistencia dejan de ser muy importante para Costa Rica. La economía tradicional y la de subsistencia está creando empleo, está permitiendo que la gente tenga calidad de vida; pero tenemos que ir generando transiciones. Tenemos que empezar por la formalidad, aunque sea una tortura. En lo que una persona se levanta y decide ser empresario está escogiendo un camino difícil, aquí y en el resto del mundo. El empresario escogió un camino difícil, porque decidió no ser empleado, decidió emprender un negocio. Es complejo porque hay que pasar muchos trámites. Se estima que a nivel mundial el 80% de los emprendimientos mueren antes de los 3 años; o sea si ustedes ya pasaron ese umbral, siguen vivos y creciendo, quiere decir que pasaron por el zarandeo de manera eficaz, de forma exitosa, son un grupo más selecto, no solo crean una oportunidad de mercado sino también que están generando empleo.
Cuando pensamos en ir por la innovación, quiero destacar valores que yo reconozco de la región Brunca, que a pesar del nivel de desarrollo económico, esta es una región que tiene un nivel de emprendimiento significativo, porque existen muchos negocios, porque existe mucha gente que está en actividades productivas pero tenemos la gran necesidad de que esas unidades productivas se puedan visibilizar a partir de la formalidad, porque la formalidad es la primera llave que permite el acceso a mercados, si no tenemos esa llave cuesta más vender, acceder a mercados que le den sostenibilidad a su operación, y por supuesto les impide acceder a muchos beneficios que pueda dar el Estado.
En la región Brunca tenemos empresas que muestran su nivel de sofisticación y hacen una apuesta hacia la innovación. Podemos trabajar en encadenar empresas para insertarlas en cadenas globales de valor, incorporando la responsabilidad social, la cual es un elemento crítico que se puede concebir desde cómo nace la empresa, a quién le compro, que materiales uso, cuánto estoy dispuesto a contaminar. Hay países que quieren comprar a las empresas que tienen un sello justo, a las empresas que producen orgánico, a las empresas que respetan los derechos humanos, a las empresas que respetan los derechos laborales, y a las empresas que evidentemente cuidan el entorno, y el entono es sus colaboradores, su vecindad y por supuesto el medio ambiente.
Innovar significa actuar diferente, significa que mis procesos de calidad son responsables con el entorno, y eso da opciones de mercado, los retos son grandes, porque ya no tenemos tiempo para ponernos a pensar si me subo o no al tren, tenemos que ser más competitivos, porque nuestros competidores son voraces, tenemos que innovar”.