Estela Trochez

lic. En Gerencia y Desarrollo Social,

Acompañante en la búsqueda del sentido de vida (Logoterapia)

Hoy por hoy se nos ofrece incertidumbre y preocupación al encender el televisor, al tener una conversación e interactuar a través de nuestras redes sociales, esto, frente a los cambios vertiginosos que nos ofrecen estos tiempos. No solamente nos preocupa la pandemia por el temido virus, sino, el acceso a los recursos que necesitamos para permanecer sanos y también proveer de lo necesario a nuestros hogares.

Estos últimos eventos nos han tomado por sorpresa a muchos y posiblemente hayamos caído en estado de vulnerabilidad. Dice la cruz roja internacional que nos encontramos vulnerables cuando vemos reducidas nuestras capacidades para anticipar, hacerle frente y resistir a los efectos de un peligro natural u otros causados por la actividad humana, y también encontramos dificultades para recuperarnos de los efectos adversos. Es decir que cualquiera de nosotros puede ser vulnerable. Pero existe la alta vulnerabilidad cuando agregamos pobreza extrema, condición de discapacidad, poca capacidad de organización, entre otros.

No todo es completamente malo, existen otro tipo de factores que son positivos, valiosos y residen en nuestro interior. Estas son las capacidades Noéticas que residen en todas las personas independientemente de su nivel educativo, económico y social. Si pensamos en las personas extraordinarias que logran salir victoriosos de sus dificultades, nos centramos en la pregunta ¿Qué factores hacen la diferencia en la recuperación de las personas ante las situaciones adversas? Si, los recursos económicos son importantes, pero existen recursos internos que favorecen nuestra toma de decisiones, nuestro actuar y la tomar de actitud frente a las dificultades, estas son las capacidades noéticas.

Según Alejandro De Barbieri Sabatino1, existen tres fuentes de resiliencia que nos acompañan y que podemos fortalecer: (1) “Yo tengo”, es la capacidad de reconocer que todos tenemos recursos alrededor nuestro, por ejemplo: yo tengo relaciones con otros, modelos a seguir, etc. (2) “Yo soy” son esas características personales que nos motivan a actuar, fuerzas internas o personales, por ejemplo: yo soy fuerte, yo soy alguien a quien le gusta ayudar a otros. y (3) “Yo puedo” es todo eso que estamos dispuestos a hacer, por ejemplo: yo puedo ser creativo, yo puedo ser persistente, yo puedo tener buen humor aun en dificultad, etc.

Busquemos en nuestro interior “yo tengo, yo soy y yo puedo”, tomemos un momento para auto distanciarnos, conversar con nosotros mismos y descubrir estos recursos valiosísimos que nos hacen extraordinarios, ahí reside ese empuje que necesitamos para encontrar el sentido a todo lo que hoy nos toca vivir. Convierte en oportunidad esa dificultad que estas viviendo, resignifícate.

Todos tenemos recursos para ser resilientes en tiempos difíciles

27 julio, 2020 3:46 pm

Estela Trochez

lic. En Gerencia y Desarrollo Social,

Acompañante en la búsqueda del sentido de vida (Logoterapia)

Hoy por hoy se nos ofrece incertidumbre y preocupación al encender el televisor, al tener una conversación e interactuar a través de nuestras redes sociales, esto, frente a los cambios vertiginosos que nos ofrecen estos tiempos. No solamente nos preocupa la pandemia por el temido virus, sino, el acceso a los recursos que necesitamos para permanecer sanos y también proveer de lo necesario a nuestros hogares.

Estos últimos eventos nos han tomado por sorpresa a muchos y posiblemente hayamos caído en estado de vulnerabilidad. Dice la cruz roja internacional que nos encontramos vulnerables cuando vemos reducidas nuestras capacidades para anticipar, hacerle frente y resistir a los efectos de un peligro natural u otros causados por la actividad humana, y también encontramos dificultades para recuperarnos de los efectos adversos. Es decir que cualquiera de nosotros puede ser vulnerable. Pero existe la alta vulnerabilidad cuando agregamos pobreza extrema, condición de discapacidad, poca capacidad de organización, entre otros.

No todo es completamente malo, existen otro tipo de factores que son positivos, valiosos y residen en nuestro interior. Estas son las capacidades Noéticas que residen en todas las personas independientemente de su nivel educativo, económico y social. Si pensamos en las personas extraordinarias que logran salir victoriosos de sus dificultades, nos centramos en la pregunta ¿Qué factores hacen la diferencia en la recuperación de las personas ante las situaciones adversas? Si, los recursos económicos son importantes, pero existen recursos internos que favorecen nuestra toma de decisiones, nuestro actuar y la tomar de actitud frente a las dificultades, estas son las capacidades noéticas.

Según Alejandro De Barbieri Sabatino1, existen tres fuentes de resiliencia que nos acompañan y que podemos fortalecer: (1) “Yo tengo”, es la capacidad de reconocer que todos tenemos recursos alrededor nuestro, por ejemplo: yo tengo relaciones con otros, modelos a seguir, etc. (2) “Yo soy” son esas características personales que nos motivan a actuar, fuerzas internas o personales, por ejemplo: yo soy fuerte, yo soy alguien a quien le gusta ayudar a otros. y (3) “Yo puedo” es todo eso que estamos dispuestos a hacer, por ejemplo: yo puedo ser creativo, yo puedo ser persistente, yo puedo tener buen humor aun en dificultad, etc.

Busquemos en nuestro interior “yo tengo, yo soy y yo puedo”, tomemos un momento para auto distanciarnos, conversar con nosotros mismos y descubrir estos recursos valiosísimos que nos hacen extraordinarios, ahí reside ese empuje que necesitamos para encontrar el sentido a todo lo que hoy nos toca vivir. Convierte en oportunidad esa dificultad que estas viviendo, resignifícate.

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