LA BIODIVERSIDAD EN AUMENTA

En Algunas Partes de la Zona Sur
por Jack Ewing
La extinción de una especie de animal no es necesariamente total. Puede ser que sea extinto en Costa Rica, pero no en Sudamérica o puede estar extinto en una parte de Costa Rica y siembre existir en otras partes. Por ejemplo, grupos de chancho cariblanco se encuentran en grupos aislados en partes de Puntarenas, Guanacaste, y Limón, pero están ausentes en el resto del país. La danta no se encuentra en la mayor parte de Costa Rica, pero son abundantes en algunos lugares. Vamos a ver algunas especies que una vez quedaron extintos localmente y que han vuelto a aparecer después de muchos años, en el cantón de Quepos, el área al norte y oeste de Dominical, incluye Matapalo, Dos Bocas, Tierras Morenas, Tinamastes, Platanillo, y Barú.
Monos
Alrededor de 1947 hubo una epidemia de Fiebre Amarilla y el Ministerio de Salud advirtió a la gente en las zonas afectadas de no entrar a la selva porque los monos colorados eran portadores de la enfermedad. Me han dicho que murieron algunas personas y todos los monos congos y colorados. Los monos cariblancos sobrevivieron la peste. La primer señal de esperanza fue en 1997, 50 años después de la enfermedad que provocó la extinción local. Un mono colorado macho llegó a Hacienda Barú. Seis meses después apareció una hembra. Ella andaba con un grupo de monos cariblancos durante aproximadamente un año y por fin se unió con el macho. Sabemos que han tenido por lo menos tres crías y que andan en los bosques de Hacienda Barú y las áreas boscosas alrededor. También sabemos que más monos colorados han migrado a la zona. Su llegada fue facilitada por el proyecto ambiental Corredor
Biológico Paso de la Danta y la recuperación de bosque en antiguos pastizales y agricultura por toda la zona. Los primeros congos llegaron a Hacienda Barú en 2012. Actualmente hay un macho, tres hembras y dos crías. No hay reportes del mono tití en esta zona antes del 2003 cuando unos pocos aparecieron en Hacienda Barú. Siempre los vemos de vez y cuando. También escuchamos algunos informes de vecinos de Hatillo y Matapalo de avistamientos de mono tití.
Danta y Jaguar
Unos días después de la gran inundación de 1955 un ganadero encontró el cuerpo de una danta en playa Barú. Fue la primera que había visto en varios años. Dos años después mató una en las selvas de la parte montañosa de Hacienda Barú. Se supone que fue la última. El último jaguar fue cazado más o menos al mismo tiempo. Hasta el momento estas dos especies no se han reportado en la zona, pero con la gran recuperación de áreas naturales en el corredor, hay mucha esperanza de que lleguen a corto plazo.
Lapas Rojas
Antes de 1960 había una abundancia de lapas rojas en la zona costera. A medios de la década de los 1960 la población había disminuido notablemente debido a la cacería descontrolada. Dos primos hermanos, ambos cazadores, vecinos de Hatillo de Quepos hicieron una apuesta de 100 colones (el equivalente de casi 10,000 colones en dinero de hoy). Quedaban apenas cinco lapas en Hatillo y la apuesta era que el que mataba la mayor parte ganaba los 100 colones. Después de pocos días cada uno había matado dos lapas y quedaron empatados. Un día los dos cazadores estaban conversando cuando llegó la última lapa y se quedó en una rama de un árbol de almendro. Cada uno subió su carabina en el mismo momento, tiraron simultáneamente y la lapa cayo muerta. No hubo manera de determinar quién la mató y entonces nadie ganó los 100 colones. Cincuenta años después empezaron a llegar algunas lapas a la zona alrededor de Hatillo. Hoy en día las vemos todos los días en Hacienda Barú.
La gran deforestación de la zona, que cogió fuerza durante la década de los 1940, provocó la extinción local de varias especies más que las antes mencionadas. Por ejemplo, la pava se retiró hasta las zonas forestadas. Con la recuperación de bosque en el Corredor Biológico Paso de la Danta volvemos a ver pavas, algunas especies de los trogones que habían desaparecido y otros en Hacienda Barú.
El área incluida en el Corredor Biológico Paso de la Danta tiene el honor de ser uno de los pocos lugares en el mundo donde la biodiversidad está aumentando. Esperamos que todos trabajemos para mantener y mejorar esa distinción