LAS RECIENTES ELECCIONES EN CONACOOP

MSc.Luis Corella Víquez
Acaban de concluir las elecciones cooperativas en CONACOOP, conocidas como sectoriales por la característica de tener tres asambleas de distintos sectores. Todo se hizo en un marco de respeto y claridad, donde en el proceso se tuvieron que ajustar las velas a lo que había planteado el Decreto Ejecutivo N 41.720, el cual, desde su publicación generó mucha polémica.
He tenido la oportunidad de participar en múltiples procesos sectoriales, el primero en 1981, sin requisitos ni control, donde después del Congreso Nacional Cooperativo, se nos pidió a los sectores ahí presentes pasar a distintos salones y elegir a los representantes ante el Plenario de CONACOOP, sin requisitos, sin personería, sin clasificación, lo cual tampoco es bueno. También se ha pasado por sectoriales muy convulsas, como en 1993, que hasta golpes hubieron, hasta tener en 2017 una clasificación totalmente abierta donde no hubo ningún tipo de filtro por parte de INFOCOOP, y las actuales que son quizá las de más baja participación de toda la historia cooperativa de Costa Rica.
Y esto se debió a que el Gobierno vía Decreto decidió quién participaría y quién no, con el argumento de evitar que cooperativas fantasmas no participaran en dichas elecciones. En un artículo anterior manifesté que se debe tener mucho cuidado, como dice la Biblia, que al tratar de eliminar la cizaña, se elimine también el trigo. Y en este caso, muchas cooperativas de gran trayectoria, con cincuenta años y más de éxito cooperativo, se quedaron por fuera.
Desde Aristóteles sabemos que los extremos no son buenos consejeros y que el justo medio es lo más correcto. Que se debe regular la existencia de cooperativas, eso es cierto, y lo debe hacer el INFOCOOP, no para las elecciones si no siempre, si existen cooperativas llamadas fantasmas es por el INFOCOOP lo permite, pues entonces no hace la supervisión adecuada que le manda la ley. Castigar a justos por pecadores nunca ha sido la mejor medida.
El cooperativismo tiene entre sus principales valores la democracia y también la transparencia. Desde el CONACOOP aplicamos dichos valores e hicimos las cosas ajustados a leyes y reglamentos, transparentando el proceso al máximo, hasta se hizo simplificación de trámites para apoyar la más y mejor participación posible.
Siempre habrá ganadores y perdedores y esto debe llevar al respeto por los resultados y buscar la forma de fortalecer el cooperativismo. El enemigo de las cooperativas no está adentro, si no en los grandes intereses económicos que ven en el cooperativismo una distorsión de la economía, que abogan porque a las cooperativas se les margine y se les dificulte aún más su accionar. Igual, hay que enfrentar las tesis de un Gobierno, que ya no ve en el cooperativismo un aliado para el desarrollo, si no un movimiento a controlar.
Los y las cooperativistas tenemos la palabra, y debemos defender con creces, lo logrado en más de setenta años de historia, y seguir siendo la mejor alternativa de desarrollo de este país. Que atrás queden las divisiones, la intromisión irrespetuosa y los intereses particulares por encima de los comunes. Bueno o malo el proceso ya pasó y ahora hay que dedicarse a trabajar fuerte por el cooperativismo.
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